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Donde doy vida de nuevo a los personajes que me atraparon y me arrastraron a su mundo, uno que sólamente es posible entre las páginas de un libro.
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lunes, 22 de noviembre de 2010

(Concurso mi 1º aniversario) 07 El aprendiz By Ada Cullen




EL APRENDIZ By Ada Cullen

(http://overthetwilight.blogspot.com)

¿Hace cuanto estaba perdido? ¿Hace cuanto me había convertido en lo que ahora soy? Frio, desalmado, cruel, muy cruel ¿ desde cuándo se había erguido esa muralla frente a lo que llaman corazón?¿ desde cuándo olvidaba las cosas buenas? Quizás lo sabía, y claro que lo sabía, pero no iba a gritarlo, no grite antes y no gritaré ahora. cada día al verme al espejo solo veo una difusa imagen, no existe vestigio alguno de aquel chico risueño, bromista, amante de la vida, dedicado al amor, no, de aquel iluso no queda nada, no existe dulzura, ni calidez en mi voz, en mis manos, en mis actos, en… nada.

¿Por qué estoy aquí?¿cuánto más pasara para al fin tocar fondo?¿cuántas personas más saldrán heridas?¿quién es el culpable?¿yo?¿ella?... Ella, aun suspiro tan solo con recordarla, rememorar sus hermosos ojos color miel, sus labios rosados y carnosos, si fina y delicada piel de porcelana, sus largas y estilizadas piernas, todo su escultural pero poco voluminoso cuerpo hace que mi pecho sienta tirones, que los latigazos vuelvan a mí, abriendo la herida, ni la sal ayuda a cicatrizar los daños causados. En las desoladas noche s podía sentir sus manos en mi cuerpo, sus besos , su aroma, podía jurar que la sentía retorcerse bajo o sobre mí, oía sus gemidos al amar, su risas cuando bromeaba, veía su ceño fruncido cuando se enojaba, aun estaba tatuada en mi cuerpo y en mi alma.

Por mas huya, por más que corra, por más que quiera gritar, por más que intento deshacerme de ella besando a otras mujeres, enredándome en medio de sus piernas , no lo consigo, ella siempre está ahí, siendo la sombra y mi conciencia, por ella estaba esta noche aquí y ¿Qué hago?, siendo un estúpido, un grandísimo imbécil que terminara con su grandiosa vida de ensueño.

La odio, la amo, la quiero lejos pero a su vez la quiero cerca, la quiero golpear y también besar, quiero llorar, quiero reír, quiero que ella…. Ella la dueña de mi corazón, la única a quien amare con locura y pasión desenfrenada, la encargada de romper mi corazón, la que logro desterrar los buenos y nobles sentimientos de mi, ella...

Hoy nos veríamos nuevamente, aunque ella no lo supiese, hoy luego que han pasado trescientos sesenta y cinco días, hoy nos veremos nuevamente, hoy saldaríamos las cuentas y cerraríamos esta historia…

El aniversario de nuestro idilio se celebrara por lo alto

Sonreí taimado ante este pensamiento, eleve la copa de coñac que reposaba sobre la lustrosa y lujos mesa, brinde por mí, por ella, por el maldito amor, y la estupidez del hombre que confía en ella, cerré los ojos cuando el caliente trago quemo mi garganta, mas no se comparaba con el dolor que había sufrido por s causa, una ridícula lagrima quiso roda lo impedí tomando un poco más del caliente trago.

Mientras esperaba seguí preparándome para el encuentro, esta vez todo seria distinto, todo a mi manera, no habría de ser blando, ni un estúpido enamorado,, hoy sería el cruel, el duro, el sin sentimientos, solo bastaba dar rienda suelta a todos aquellos recuerdos para que mi objetivo se cumpliera.

Tanta veces he deseado poder regresar el tiempo y apártame de su camino, no haber caído en sus garras, evitar aquellos días de completa y desorbitante alegría, de amor, claro, era un idiota que creía que ella me amaba de la misma manera, que reía por mis bromas, lejos estaba de imaginar que solo era uno más de sus juguetes, y que mi nombre era uno de los tanto de la lista de conquistas, que todo fue una ilusión, un mundo creado, nunca nada fue real, tantos años juntos y solo había sido una broma.

Nunca más seria aquel hombre dispuesto a dar todo de si por los demás, a meterse para salvarle el culo a otros, que s e entregaba sin condición, no ese se fue hace un año, ahora solo vivía Emmett Cullen, el frio, calculador, aquel hombre de negocios a quien le importaba una mierda lo que los demás querían o desearan, no, ahora solo importa lo que yo quiero y deseo, por mi que el mundo se vaya a la mierda, a quien deben agradecer, a la princesa de Seattle, la reían del frio, la mejor manipuladora y experta en dañar vida a Rosalíe Hale, sus palabras fueron tan planeadas aquel día cuando fui obligado a despertar del letargo, no basto que se enredara con mi hermano mayor Edward, no, no basto eso, debía terminar su obra mostrando que Rosalíe Hale nunca amaría a nadie que no fuera ella misma y que haría cualquier cosa para su beneficio, que mi dinero solo satisfacía a medias sus caprichos y que su corazón lo había dejado en casa.

- Esto es solo un puto juego— dijo riendo, luego que mi hermano se marchara de aquel estudio donde se besaban apasionados— ¿crees que puedo amar?¿crees que esto es enserio?, mira a tu alrededor, solo somos dos personas que se unen por el sexo, por pasar un rato, yo esto comprometida, Emmett, comprometida, lo sabes, solo cuentan mis planes, mis metas, yo, el resto del mundo se puede ir por donde se le dé la grandísima gana, solo importa lo que yo deseo, y no, importa lo que tenga que hacer, sabes lo conseguiré— sus delicadas manos acunaron mi rostro en ellas— eres tan inocente, tan ingenuo, eres un niño grande, eres un crio aun, bebe y no puedes darme lo que necesito, espero que lo entiendas y no te resientas— sus labios se apoderaron de los míos, por primera vez su beso fue amargo, el escozor de sus mentiras calo en mi rápidamente, quise llorar, maldecir, pero solo atine a empujarla lejos de mí, limpiar mi boca y dejar aquel despacho, aquella casa, huir, por mas kilómetros que nos separaran ella siempre estaba ahí, maldita tecnología, todos los días encontraba un mensaje una llamada, algo, todos los días me recordaba lo tonto que fui.

La relación con Edward es aun hoy tensa y distante, ni siquiera cuando paso por la cuidad le veo, ni a él, ni a nadie de mi familia, ando solo y moriré solo, nadie nunca más me herirá, ni jugara conmigo, ni se jactara de mi dinero, nunca más.

Tome otro poco de coñac, observe el reloj que marcaba mas de las diez treinta, si no había cambiado hábitos, ella tendría que aparecer dentro de poco, seguida por su sequito de idiotas que le idolatraban, idiotas como yo, solo que estos son inteligentes y no se enamoraron de ella.

Levanto la vista para encontrarme con la sonrisa mas falsa de esta vida, la mujer se pavonea como ganado frente a mis ojos, sin más invitaciones la halo del brazo acercándola a mi cuerpo, rápidamente deslizo un poco la silla dejando espacio para sentarla en mi regazo

- Preciosa ¿ter gustaría una copa?— "y no precisamente un trago", pienso, mientras deslizo mi mano hasta su trasero

- Claro guapo— "regalada" grita mi mente, por lo general prefiero las presas que dan guerra, que son difíciles de atrapar, la presas fáciles me aburren. Levante la mano indicando al mesero para que trajera dos trago mas, una vez lo deja en la mesa, agradece besándome, besar esa ahora como tomar agua, simplemente lo tomo porque si, no sabe a nada, pero lo tomo; mis manos manosean descaradamente su cuerpo, aprietan senos, se escabullen bajo de sus falda, no hay nada de recato o pudor en mis actos, solo es una probadita de lo que tendré, control de calidad.

Un fuerte carraspeo me hace separar manos y boca de la presa fácil, quien reniega que la abandone así

- ¡Sarahí!— la voz del hombre alto y rubio la hace sobresaltar

- Y…yo…. Yo – musitaba

- Ella solo se divertía— intervine— seguramente busca algo que no encuentra en casa— su cara se puso de mil colores diferentes en dos segundos— cuando te aburras de este perdedor, búscame— con eso la levante de mi regazo y me dedique a tomar mi trago, sin prestar atención al tipo, ni a las palabras de …

Los minutos pasaban lentamente y la parejita feliz aun estaba a mi lado, jodiendo mi esplendida noche, así que saco unos cuantos billetes y los dejo sobre la mesa, tomo mi chaqueta de cuero para marcharme a casa, cuando di a la puerta me choque con la razón de mi impestivo viaje, luciendo como una diva, despampánate y alegre, Rosalíe me miro sorprendida por unos segundos, para luego soltar el brazo de su acompañante y lanzarse a mi cuello

- ¡Bebe!— chillo— te he echado de menos Emmett— odiaba su falsedad, su hipocresía, solté su agarre rudamente, dejando que sus manos cayeran frente a mi

- No puedo decir lo mismo— asegure

- Cariño…—

- No soy cariño, amor, tesoro, cielo, Rosalíe tengo nombre llámame por él, no soy uno de los majaderos con los que te revuelcas— sus ojos se abrieron como platos, su boca parecía la de un pez a punto de morir, abriendo y cerrando sin soltar ni una silaba, su acompañante se acerco y susurro algo a su oído, ella negó luego hablo

- Ve, tengo que hablar con él—

- Yo no tengo nada de qué hablar contigo— no hablar, si devolverte el favor

- ¿Por qué eres así? ¿cuándo cambiaste?¿qué sucedió con mi Emmett?— reí indiferentemente

Sin reprimirme solté parte de lo que guardaba— ¿no te acuerdas?, claro que no, tu solo recuerdas lo que le conviene a tu pequeña e insignificante mente, que puedo decir ahora solo lo que soy gracias a ti, soy un hombre con los ojos abiertos, te lo dije hace meses, te lo digo ahora, no soy ningún mariconsito que va por el mundo pidiendo amor, o jugando a los novios, soy una persona de negocios, cambie gracias a ti, aquellas bellas palabras, ¿lo recuerdas? Aquel día en que mi familia se separo, tu eres la creadora de esta mierda, como dijiste era un niño grande un crio, gracias bebe, por ti voy por la vida cogiendo de lo rico, dejando a ingenuas llorando, pero satisfechas y hoy vengo a ti para pagar con intereses los honorarios por ser la maestra, vamos Rose a celebrar— Su cara era de completo asombro, la boca ligeramente abierta, y sus ojos a punto de salirse de sus cuencas— te darás cuenta que soy un buen aprendiz, en verdad, aprendí bien la lección cariño— deje que mis labios atraparan los suyo, forzando mi acceso a su boca, dejando que mi lengua desnudara su lengua, que mis dientes se clavaran en su labio, saboreando nuevamente su cuerpo, encendiéndome, porque maldita sea, la deseaba igual que hace un año, que hace dos, que hace seis años, la deseaba con la misma locura, solo ella podía hacer que un beso dejara de ser un vaso de agua, solo ella tenía ese poder, urgí mas el beso, y solo abandone cuando necesite aire

- Lo siento— susurro con voz rota

Eleve un poco la comisura de mis labios, sin dejar que se formara la sonrisa— No lo sientas, al contrario deberías de estar orgullosa, hace un año terminaste el proyecto de tu vida, eres la única que cambia un corazón sin necesidad de cirugía, yo te daría un nobel de medicina, claro si fueras medico, pero solo eres maestra, por eso celebraremos, no acepto un no, vamos te divertirás, un poco de sexo nada mas, pasar el rato— no espere respuesta la remolque fuera del bar— recuerdas aquella casa que había mandado a construir— asintió ligeramente— caminaremos hasta allí, solo son dos kilómetros, hoy no traje coche quería tomar aire puro,sin soltar su mano la arrastre carretera abajo, la fría noche de Seattle nos acompañaba, junto con el incomodo silencio que siguió nuestro andar aquella casa había sido construida para habitar una vez nos casáramos, una vez diera el "si", a medida que avanzábamos ella se quejaba, se torció los pies más de una vez, pero no preste atención, pataleo y chillo, pero nada valió

- Quiero regresar con Samuel— me tense con solo oír el nombre del hombre que la acompañaba

- Así se llama tu mascota, vaya que has progresado, como le llamas, Sami ven, pequeño—bufe—lástima el perro se quedara solo mientras yo retozo contigo—

El silencio volvió mientras terminábamos nuestro caminar, quizás una hora tardamos en llegar a nuestro destino, la casa se elevaba sola, en la montaña, tenues luces dejaban ver su estructura, las grandes ventanas daban la bienvenida, pasamos lentamente el ante jardín, fui a la puerta y marque la calve de seguridad, luego metí la llave y deje

- Te divertirás cariño—masculle entre dientes— ahora veras lo que era tuyo lo vez como a ti te gusta— eleve la barbilla indicando el interior de la casa, decorada con tonos suaves, adornada con elementos sobrios pero modernos y elegantes

- Lo siento Emmett, lo juro, lo siento— musito. Podía apostar que quería llorar, pero su orgullo lo impedía, su orgullo nunca permitiría que llorara, me mantuve en silencio mientras avanzábamos dentro de la casa y las luces se encendía automáticamente, que responder "lo sé""te creo", no, ni sabía si era sincera , ni creía en su arrepentimiento, ni en las lagrimas de cocodrilo

- ¿quieres vino? ¿whisky? ¿coñac? ¿Ginebra? ¿cerveza? ¿veneno? ¿algo?—

Respiro hondo— Tequila— asentí dirigiéndome al bar para preparar los vaso y servir el licor, maniobre un mando para encender las luces, una vez entregue su trago me deje caer en uno de los sofás, le invite a sentarse pero se negó.

Le observe, hermosa, despampánate, vestida con un top straple violeta y unos vaqueros ajustados a sus largas piernas, y las botas de cuero de tacón alto, su cabello rubio recogido suavemente solo perjudicaban mi entre pierna, la presión que ejercía mi bragueta solo auguraba que pronto se reventaría, me bebí de un solo trago el tequila, me levante y camine a ella, quite el vaso para dejarlo en la mesa.

La bese, apasionadamente, exigente, ella correspondió algo reticente pero respondió, lentamente su beso fue desesperado, su lengua entrelazándose con la mía, sus pecho subiendo y bajando rápidamente, pase mi mano sobre su cabello para dejarlo caer

- Desnúdate— ordene, alejándome de sus labios, se quedo esperando a que me riera o que simplemente yo la desnudara— Que te desnudes— repetí, sin pizca de amabilidad, mientras me deshice de mi chaqueta y solté la correa de mi pantalón de mezclilla. Con cierto recelo se quito la ropa—la lencería también es ropa, quítatela, quiero verte—

- Emm…-

- Cállate, arruinaras el momento, no quiero que digas nada, no quiero que mientas, solo… cállate—

- Lo siento— susurro por lo bajo, o quizás lo imagine

Trato de tapar su cuerpo con sus manos, cosa que impedí, poniéndome de pie, para tocarla, para disfrutar de su cuerpo, para … me deje llevar entre besos caricias

Contrólate— me grite— sexo sin consentimiento es violación y no soy violador , un malnacido si, un animal no—

- Me deseas— más que una pregunta era una afirmación— responde—

Inhalo profundamente y asintió, eso basto para que mi boca descendiera por su cuello, besando, mordisqueando, para llegar a sus senos y masajearles, succionarles, tirarles, comérmelos, una de mis manos jugueteaba con el seno libre y la otra navegaba en su intimidad, apoderándose de su centro. Luego mi boca tomo posesión del otro seno y las manos rotaron, a medida que besaba su erecto pezón introducía un dedo, luego dos y luego tres, en su interior, bombeando fuerte, subí la mirada para encontrar su mirada … tristeza, dolor… negué, Rosalíe Hale no tiene sentimientos.

Continúe embistiendo con mis dedos, hasta que se corrió sobre ellos, exhalando fuertemente, se fragancia cegó mi mente, mi libido exigía mas, lleve los dedos cerca a mi rostro para deleitarme, cerré los ojos, grabando su olor, grabando esta noche, la que marcaria el final de esta historia

- Ahora te voy a…—

- Si—

- Te follare hasta que me sacie—

Quite rápidamente la molestas prendas, antes de que el pantalón tocara el suelo, alcance a agarrarlo para sacar un preservativo, rompí rápidamente el empaque para ponerlo sobre mi erección, sin más preámbulos me hundí en ella, una y otra vez, estocada tras estocada, dejando mis sentimientos atrás, solo sexo, salí por completo de su cuerpo para girarla y tomarla desde atrás, mientras mi erección presionaba una y otra vez en su interior, una mano tomaba sus senos

- Emm— susurro— en verdad lo siento, no quise…—

- Lo hiciste y eso nada cambia— respondí, claro que deseaba que no hubiese sucedido, así que solo me clave más fuerte, deje que la mano que se ocupaba de sus senos, bajara a su centro para masajearlo, sentir como sus músculos se tensaban alrededor de mi envergadura, solo lograron que la sangre corriera con más fuerza para llegar en el momento en que ella lograba su clímax, inmediatamente deje su cuerpo, deseaba besarla, y de hacerlo mis sentimientos actuarían, me incline para tomar mi ropa— eres libre de quedarte o macharte—

- Y…yo—

- Fuiste una buena maestra— corte— esta es la única manera que conozco, no me reproches niña que no se pagarte amor— y dentro un Te amo se filtro. Continúe mi camino a la ducha

- Esto, no eres tu— chillo, cometí el error de girarme, sus ojos estaban bañados por pequeñas lágrimas. Ignoraras son falsas

- Este soy yo— afirme— buenas noches Rose, nuevamente gracias—

No volví a girarme, ella nunca cambiaria, yo nunca confiaría, fin de la historia, una noche mas, un adiós, aquel adiós que no permití hace un año, claro que nunca volvería.

5 comentarios:

  1. Woo!! Un Emmett roto... una Rosalie ¿arrepentida del daño causado?... Sorprendente y magnifiaca historia. Gracias Ada y Mucha suerte!!!
    Ele.

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  2. Crudo y claro. Realmente no le deseo la suerte a nadie la de esos dos...demasiado bueno! De verdad mis elogios! Qué forma de contar tan adolorida experiencia para Emmet.

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  3. ahhhhh T.T dioss q penaaa...
    buenoo estuvoo mui bueno tod pero ash...
    yoo a ese emmett le aria abrir los ojos
    i a esa rosalie¬¬ oohh!:) aahah
    Bueno q me enrrollo estuvo genial!!
    Besos

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  4. ohh... Ada!!! me encanto.... que malo Emmett.... se lo merece Rose?? quiero la continuacion!!! jajajaja.....
    mucha suerte nena...
    besos!!

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  5. mi Ada..me creerás que me pareció mas Patch que emmett?? pues si..asi me pareció... en fin..perdon por pasrme tan tarde..pero aqui estoy me deorimió y me hizo reir a la vez...

    me fascinan estas historias así nostalgicas y apasionadas..de odio y amor a la vez...suerte mi Ada..nos seguimos escribiendo un besooote

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