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Donde doy vida de nuevo a los personajes que me atraparon y me arrastraron a su mundo, uno que sólamente es posible entre las páginas de un libro.
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CoreanoÁrabe

jueves, 10 de marzo de 2011

Como la crema y la canela - Cap 11 - Dolor y miedo


CAPÍTULO – 11 DOLOR Y MIEDO

NESSIE POV

Abrí los ojos lentamente. Me sentía desorientada. Había demasiada luz y... calor. Incluso parecía que el ambiente era anormalmente seco; casi podía percibir el aroma de las partículas del polvo desértico viajando en el aire. Cosa de mi imaginación, sin duda, que jugaba cruelmente con los recuerdos y sensaciones de mi vida anterior.

Me incorporé hasta quedar sentada en la cama. Una cama de verdad de la que, a poco que prestase atención a esos detalles, tampoco reconocería el suave tacto ni la fresca fragancia que desprendían sus sábanas... Y giré el rostro hacía la ventana abierta, antes de darme cuenta también de que no tendría que tener una... Sólo entonces, obligada a entrecerrar los ojos y apartar la mirada ante el ímpetu con que el sol entraba a raudales, y contemplando los dibujos que formaba sobre la colcha, lo reviví todo.

La tensión a nuestros regreso..., las estañas miradas que nos lanzaban mis abuelos, –más próximas al asombro y la admiración que a la aversión–... Las prisas de mamá preparando nuestros equipajes..., su negativa a responder a cualquiera de mis preguntas, contándome solamente lo que, según su propia definición, necesitaba saber por el momento...

... Al parecer, los ancianos le habían arrancado la promesa de que volveríamos antes de que Sam se brindase a llevarnos, rallando el amanecer, hasta Port Angeles. Mamá les había pedido un poco de tiempo para asimilar todos los acuerdos a los que habían llegado en nuestra ausencia, y tras unas cuantas apresuradas llamadas: a los aeropuertos y a tía Alice; a media mañana del día siguiente, y gracias a las malditas cancelaciones de última hora, tomaríamos un avión de regreso a Phoenix.

Ni que decir tiene que me pasé toda esa noche en vela. Simplemente me tendí vestida sobre mi jergón, con la mirada fija en el pequeño rectángulo de cielo que me mostraba la claraboya, deseando que por algún tipo de ciencia infusa el amanecer no llegase jamás...; y preguntándome una y mil veces si Jake podría estar haciendo lo mismo. Sí aquel comentario de Seth sobre mi secuestro, por mucho que después quedase catalogado como broma, no habría ido totalmente en serio... Soñando despierta con que las respuestas correctas fueran: sí.

La luna, suspendida justo sobre mi cama, parecía darme constantemente la razón, apareciendo y desapareciendo de entre las deshilachadas nubes, como si se tratase del guiño cómplice de un gran ojo celestial. Uno que lo viese y lo supiese todo.

Cuando finalmente llegó la fatídica hora de la partida, creía que Jake vendría a despedirme. Sin embargo, su rostro no estaba entre los pocos que se congregaron en el frío amanecer para vernos partir. Quien si estaba, y en primera línea además, era el simpático Seth; que no dejaba de lanzar miradas furtivas a la densa floresta, tan cargadas de tensión y nervios como las que se le dedica al reloj cuando se tiene una prisa enorme y el condenado autobús que necesitamos no llega...

¿Esperaría ver aparecer a Jake? ¿Del bosque? No tenía mucho sentido, y no obstante, una vez que esa absurda idea cruzó por mi mente, yo misma me sorprendí esperando verlo aparecer de un momento a otro de entre los árboles centenarios mientras subía al coche. Y es que, ambos me habían hablado vagamente la tarde anterior de la "patrulla de vigilantes" a la que pertenecían, y a pesar de ir por ahí medio desnudos en vez de uniformados, yo había supuesto que serían algo así como la policía de la reserva, liderada por Sam Uley, el hombre joven y de aspecto intimidante que en esos momentos estaba reunido con mi familia y el consejo de ancianos... El mismo que ahora esperaba tras el volante... Bueno, en realidad, si me detenía a considerarlo, todos los integrantes que había visto de aquella patrulla intimidaban lo suyo con todos esos músculos al aire a poco que pusieran mala cara... Quizá esa fuese la idea..., aunque, en el caso de Jake no podía imaginármelo así... Sencillamente me resultaba imposible borrar la brillante sonrisa de su rostro..., cuanto menos fruncirle el ceño en plan amenazador.

Sonreí embobada, recreándome en la viva imagen que llenaba mi mente, hasta que la posibilidad de no volver a verlo en la realidad se impuso, seguida de las agudas punzadas de un millar de agujas de hielo atravesándome el corazón.

Buscando refugió en otro recuerdo, –uno que no escociese como aplicar limón sobre las heridas abiertas– rememoré al gran lobo. Curiosamente él si apareció para, en cierta forma, despedirme.

Apenas la carretera se adentró zigzageante entre el denso bosque, creí atisbar algo que corría a toda velocidad entre los árboles, sorteándolos con precisión, en paralelo al coche. Automáticamente pegué el rostro al cristal de la ventanilla y... pronto estuve segura de que no era fruto de mi imaginación. A los pocos metros atravesó un hueco un poco más grande, y entonces pude distinguir con facilidad un familiar pelaje rojizo. Corrió y corrió con nosotros un par de kilómetros y luego, de buenas a primeras, desapareció causándome una gran congoja.

Me pregunté el porqué. No podía encontrarle una explicación razonable, aunque enseguida olvidé mi búsqueda de la respuesta. Un lastimero aullido, lanzado apenas unos metros por delante de nosotros, me distrajo. Así fue como volvía a localizarlo: apostado en una zona despejada y un tanto elevada, situada a un lado del camino que subía hasta Forks.

Como si fuese un intrépido y solitario centinela, sin temor a ser descubierto, se erguía majestuoso y espléndido, con la lustrosa pelambrera al viento y el rostro lobuno vuelto hacía nosotros. Y si no fuese una quimera, juraría que sus ojos oscuros buscaron los míos mientras lo sobrepasábamos.

No dejé de mirar por la luna trasera hasta que la siguiente curva lo ocultó definitivamente de mi vista, instante en que volvió a emitir otro aullido, más lastimero que el anterior si cabe. Tanto que, clavándoseme en lo más profundo del alma, hizo brotar lágrimas en mis ojos.

Recuerdo haber preguntado con un hilo de voz si lo habían visto. –Aquel aullido había causado verdaderos estragos en mi garganta–. Haber comentado la infinita pena que me había transmitido...

...Mamá no dijo nada. Aquel hombre rudo, Sam, tampoco. Sin embargo, intercepte la mirada preocupada que ella le lanzó, y también la sonrisa mitad enigmática mitad satisfecha con la que él le respondió. Y no me gustó.

Secretos y más secretos. Tenía la sensación de que, desde el bofetón, todos conspiraban contra mí. Todos menos Jake y ese lobo.

¡Au! Recuerdo inadecuado. Volver a pensar en Jake fue como hurgar en las heridas. Casi casi como cuando, al principio, lo hacía en papá.

Mi mano, como siempre que le evocaba, viajó hacía mi amuleto... pero ¡Ay!. Las heridas comenzaron a sangrar conforme mis dedos, impotentes, se cerraron sobre el vacío.

Jake juró y perjuro que lo encontraría, aunque eso, al margen de ser altamente improbable, por no decir totalmente imposible..., fue antes de que él también saliese de mi vida...

...

Comenzaba a anochecer, y aunque ninguno tenía prisa por abandonar el refugio al abrigo del viento donde estábamos acomodados en el acantilado, sabíamos de sobra que el tiempo del paseo que nos había recomendado el padre de Jake, se había agotado hacía mucho.

Abrazada de nuevo a Jake, me dejé llevar por la preocupación que me producían dejar atrás a esas horas a Seth y la buena caminata que tendría que pegarse, pues no había mencionado nada sobre tener una moto escondida entre los árboles...

Claro que, mayor fue la que afrontó papá aquella vez que el coche del abuelo Carlisle le dejó tirado a medio camino entre Forks y La Push, una noche que bajaba para ver a mamá, como siempre a escondidas. Tuvo que chuparse a pie sus buenos nueve o diez kilómetros para no dejarla plantada.

« Mmm. Ahora que lo pienso... ¿Sería Billy Black aquel buen samaritano que le ahorró los veintitrés del regreso? »

Inconscientemente me había separado un poco para poder rozar con la yema de los dedos el guardapelo en forma de corazón que siempre llevaba al cuello. Aquella joya y la diminuta foto que contenía, eran lo único que me quedaba de mi padre, aparte de mis numerosos recuerdos, desde que nos trasladamos desde Phoenix.

Temerariamente solté por completo su cintura para buscarla afanosamente entre mis ropas cuando no la encontré. Al mismo tiempo, un prudente y alarmado Jake aminoró la marcha presto a detener la moto.

Mi alarido de angustia coincidió con su pregunta.

- ¿Qué sucede, Ness?

No le contesté. En vez de eso salté de la moto ya parada, y entre lágrimas constaté mis peores temores.

Sacudí la blusa sin éxito e inspeccioné mi escote. Mi última esperanza se hizo añicos a mis pies. Tampoco estaba trabado en el sujetador. ¡Lo había perdido!.

...

Y aquí estaba yo, en la habitación que tía Alice proclamaba como mía cada vez que tenía la ocasión, al borde de las lágrimas por culpa de las dos cosas que había perdido en Forks: Mi colgante y mi corazón.

Siempre me pareció exagerado mantener reservado una cuarto para alguien que rara vez se quedaba a dormir..., y mucho más irlo modificando conforme esa persona va creciendo; aunque conociendo a tía Alice, eso no era nada. Cada vez que objetaba algo al respecto me respondía lo mismo entre risas y guiños: " Aprovecha hasta que llegué nuestro primogénito. Te aseguro que a partir de entonces te tocará quejarte del sofá".

- Toc toc. ¿Se puede? –Preguntó tío Jasper entreabriendo la puerta apenas unos milímetros.

- Adelante. –Contesté. Agradecida de tener algo o a alguien que me distrajese de mi dolor.

- Buenos días, dormilona. –Saludó asomando la cabeza.

La sonrisa que mostraba su semblante se fue extinguiendo conforme cruzaba la habitación, pues vino a sentarse al borde de mi cama.

- ¿Le quieres mucho, verdad? –Espetó sin más, mirándome directamente a los ojos.

No debería sorprenderme..., pero lo estaba. De sobra sabía que el tío Jasper era muy intuitivo; más que eso, en incontables ocasiones había sido testigo de su gran habilidad para detectar las emociones y el estado de ánimo de cuantos le rodeaban. Sin embargo..., ¿cómo era posible que identificase mi estado con el mal de amores?

-¡Oh! Quizá prefieras hablar de ese tema con Alice. Lo siento. –Se disculpó, visiblemente incomodado por mi silencio, haciendo ademán de levantarse para dejarme a solas.

- No. Espera. Quédate tío Jazz. –Supliqué.

Desde muy pequeñita y hasta que el estúpido pudor propio de la pubertad me empujase a buscar uno dentro de mi propio sexo, él había sido mi confidente ideal.

- Tanto que duele. –Gimotee, dejándome llevar por el amargo llanto mientras me arrojaba a sus brazos, abiertos de par en par para recibirme, enterrando el rostro en su ancho pecho.

- El amor verdadero es dolor y miedo, cariño. Quien te diga lo contrario miente. –Murmuró contra mi pelo– El dolor de la ausencia cuando no estas con el ser amado..., y el miedo constante a perderlo cuando estas con él.

¿¡Dónde esta mi sobrina favorita? –Resonó el inconfundible vozarrón de tío Emmett desde el piso de abajo.

JAKE POV

No dormía, apenas si comía tampoco..., en realidad no era más que un fantasma demasiado corpóreo que se había pasado dos días enteros lamentándose en silencio por los rincones mientras besaba un guardapelo en forma de corazón que, a fuerza de tanto acariciarlo y olisquearlo apenas conservaba ya un ligero vestigio del inconfundible aroma de su dueña.

Billy, Sam..., todos andaban preocupados por mí cordura. Todos menos yo. A mí me preocupaba más ella.

Había lamentado no llegar a tiempo para devolvérselo..., me había maldecido por ir a buscarlo en vez de pasar aquella última noche con ella, agazapado en su tejado, y total... ¿para qué?. Ahora en cambio bendecía la posesión de aquella prueba tangible de su existencia.

- Si la imprimación funciona para todo el mundo más o menos igual... Bueno..., yo diría sin temor a equivocarme que te estará extrañando tanto como tú a ella.

La había oído llegar, hacía medio minuto, pero había preferido ignorar su muda presencia detrás de mí.

- Saber que esta sufriendo no me ayuda, Emily. –Me quejé sin dignarme a mirarla–. En realidad lo empeora bastante.

- Lo sé. Te aseguro que lo sé. –Replicó viniendo a sentarse a mi lado–. Pero recuerda que, en estos momentos, por muy cruel que te parezca, su dolor es tu mejor aliado.

Alcé el rostro, pagándole su infructuoso intento de reconfortarme con el borrador de una sonrisa. No es que no lo apreciase de veras, es que simplemente había olvidado como se sonreía.

- Jake, se lo que me digo. Lo sé por experiencia propia. Es igual si, como en mi caso, la separación es voluntaria por no aceptar la situación; o como en el suyo, obligada por los demás sin todavía saber que es lo que a puesto su mundo patas arriba... Sencillamente se sentirá perdida, vacía y sin ganas de vivir, igual que a tú. Porque en el fondo de eso trata la imprimación –mientas hablaba, pasó distraídamente los dedos por entre mis cabellos, peinándolos con la misma ternura con que lo haría una madre–. Te muestra claramente a la persona que guarda en su interior una parte importante de tí mismo. Una que, aunque nunca antes fuiste consciente de que te faltase, aunque no es vital y por lo tanto, caso de no encontraros nunca, podrías haber vivido perfectamente cien años sin necesitarla..., ahora te resulta totalmente imposible seguir adelante sin ella.

Suspiré. Nunca me había planteado que para ellas fuese exactamente lo mismo que para nosotros; aunque bien pensado eso tenía mucho sentido. Quería decir que, si Nessie era el centro de mi universo, yo lo era del suyo.

- Créeme Jake. Ninguna madre, por asustada o enfadada que este, dejaría a su hija languidecer de ese modo. Además, esa mujer huyó por amor. Ella mejor que nadie sabrá reconocer los síntomas del más puro, entregado e irrompible.

Asentí, no muy convencido, y ella lo percibió.

- Fíjate en Leah. –Contraataco.– Era mi prima y yo su directa rival, y sin embargo... –su voz se volvió espesa y quebradiza a causa de la pena, así que completé la frase por ella.

- Se hizo a un lado.

N/A: Dedicado a Aroa y Mony. Vuestro apoyo es el viento que sopla mis velas.

Mi visión de la imprimación??? No es una atadura, como dicen algunas por ahí, ni una maldición, para mi es la certeza absoluta de estar con la otra mitad de tu alma... como si dentro de cada ser pusisen la mitad de algo y ese algo se activase al verse al reconocerse mutuamente...


Electrica.

16 comentarios:

  1. OMG OMG OMG OMG OMG OMG DIOS NO ME LA CREO LOS SEPARARON O.O POR QUE HIZO ESO LA MADRE DE NESS DECIME? U.U POBRE DE MI LOBITOOOO AWW ESTA SUFRIENDO Y DIOS MI JASPER SALIO EN ESCENA...ME ENAMORE AUN MAS DE ESE HOMBRE JAJAJA AY ELECTRICA...EMILY OMG QUE SABIA ES LA MUJER Y SOBRE TODO QUE BIEN ESCRIBES ADORADA NENA DIOS...no se que decirte...mis ojitos quieren gotear...siento el dolor de Jaocb y Ness Y QUIERO CONSOLARLOS...ERES GRANDE MUJER ERES GRANDE...TE ADORO Y MUCHAS GRACIAS POR ACTUALIZAR NO SABES COMO ME PUSE JAJAJAJ ES MAS LO LEI DOS VECES JAJAJA NO QUERIA Q SE ME FUERA NI UN DETALLE : TE QUIERO Y NOS VMS EN EL MSM BEXOXO QUERIDA :D

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  2. estuvo muy bueno te felicito y gracias por seguir escribiendo esta historia!!!!!!!!!!!

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  3. ahhh!!! me encanto, me gusto mucho como los consolaban Jasper y Emily!!! ame el cap!!!! pobres, estan separados!!!

    HAY DIOS ESPERO EL PROXIMO CAP!!! BESOTES!!!

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  4. woooooooooo m encanto me encanto ya quiero leer el proximo capi ^^ amo esta historia ^^

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  5. From: ale.alvarez desde http://www.fanfiction.net
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    Holaa! :) me encanto aunqe me deprimi u.u por qe los sepraste pero bueno ya ni
    modo xD solo espero qe los juntes rapido rapido :)

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  6. V@ness@ desde el blog: "kokorosfriends"

    Q hermoso! gracias,espero q publiques pronto,escribes fenomenal y la historia me tiene atrapada.

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  7. From: alexpotter desde http://www.fanfiction.net

    te quedo muy bn felicitaciones!

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  8. From: Aroa Multicolored Petals desde http://www.fanfiction.net
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    Después de un día tan duro como el que he tenido hoy, es bueno encontrarme
    con esto por aquí. Jazz es uno de mis personajes favoritos, estoy segura de
    que sería así si fuera humano. Y las palabras de Emily me hacen pensar en lo
    que diría Sue. Pobre Jake. Me ha gustado mucho y me ha dejado con ganas de
    más.

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  9. mari: buenas guapas un capitulo maravilloso te felicito por el me ha encantado, espero k estes teniendo una buena semana, besos guapa

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  10. From: MaRrU BlAlLeN desde http://www.fanfiction.net
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    aaaaaaaaaaaaw T.T

    ya sake mi cajita de klinex T.T aaaaw esperemos k se solucionen las cosas...

    quiero el prox capitulo... que estoy que me muero...

    besotes y abrazotes...

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  11. aaaaaaaaaaaaaahhhh
    me encanto!!!
    ke bueno ke actualizaste pronto!!!
    me encanta esta historia.
    -----Yaz

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  12. cker desde kokorosfriends
    Que hermoso, me fascino el capitulo, espero que puedas publicar lo antes posible, me carcome la intriga de saber que ocurrira :D
    Besos

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  13. blanca black cullen: ohhh electra me encanto el capi de como la crema y la canela, dios estuvo muy corto jejej pero lo ameee!!, kiero el preccimo

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  14. electrica me encanto el capitulo de como la crema y la canela!!!
    Yazmin

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  15. From: Conii Cullen O'Shea desde http://www.fanfiction.net

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    Sin mentirte esto fue lo que más me gusto del capitulo ..

    '- Fíjate en Leah. –Contraataco.– Era mi prima y yo su directa rival, y
    sin embargo... –su voz se volvió espesa y quebradiza a causa de la pena,
    así que completé la frase por ella.

    - Se hizo a un lado'

    Morí con eso.. :')

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  16. From: Rossy04 desde http://www.fanfiction.net
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    Emely tiene razon en todo lo que dijo!

    Alla en Phinix Nessie esta sufriendo al igual que Jake! Pobrecitos!

    Gracias!

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