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Donde doy vida de nuevo a los personajes que me atraparon y me arrastraron a su mundo, uno que sólamente es posible entre las páginas de un libro.
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lunes, 22 de noviembre de 2010

(Concurso mi 1º aniversario) 05 Una prueba peligrosamente interesante By Isabelle Fray D`Regence

UNA PRUEBA PELIGORSAMENTE INTERESANTE by Isabelle Fray D`Regence

(Publica en FF.Net con el sobrenombre de Juliet Cullen)

Pareja involucrada: Isabella/Edward

Sinopsis:

“Como arrestar a alguien del que tienes casi todas las pruebas en contra... pero que en la última prueba definitiva no puedas obtener una confesión positiva?”

“No puedes arrestar a ese hombre, sin que exista una prueba de que es culpable. El polígrafo nunca falla.”

“Como logras burlar el polígrafo?”

"Es muy simple" me dijo

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Inicio de semana.

Lunes

Isabella pasó una mano entre sus cabellos, agotada. La noche anterior no había dormido bien y ahora su lindo jefe (nótese el sarcasmo) Mike Newton; un gillipollas de lo peor, que tenía fama de acostarse con cualquier cosa que tuviera falta, la despertaba a las 4 am para encargarle un trabajo. Que caso tenía que la hubiera llamado si sabía que la vería dentro de 5 horas? Algunas personas, realmente no entendían las indirectas, pensó.

Así que ahora, pasadas las horas, se encontraba en la estación de policía, sosteniendo un vaso de café cargado para ahuyentar la somnolencia. Cubrió su boca con su mano, en un intento por ocultar los bostezos a causa del desvelo. No espero un “buenos días” de parte de sus compañeros, de tal manera que no se molestó en saludarlos o no. Desde que había entrado a la agencia, su trabajo se había convertido en su vida. No había horas libres, ni tiempo para amigos.

La siempre seria y responsable, Isabella Swan, encargada de la última pista que determinaría si una persona era culpable o inocente: Una confesión, una coartada...o algo que ayudara a los policías o jueces para dar una conclusión definitiva.

-Que quieres, Mike?- entró sin tocar la puerta. Estaba enojada y su buen humor había desaparecido a causa de la llamada

-Isabella!!- gritó Mike levantándose de su escritorio, con los brazos abiertos hacia ella

-Bella- lo corrigió secamente

-Que milagro verte! Tanto tiempo...-

-Me llamaste hace unas horas...-recalcó

-Ahhh si, ya recuerdo, pero cómo pasa el tiempo, no? Estás libre? Quizás podríamos ir a..-

-Mike, al grano- Sabia que estaba siendo ruda y fría con él, pero desde su entrada, las citas y propuestas, algunas mas indecorosas que otras se fueron acumulando por más que dijera que no. Ella no entraría en su lista de conquistas.

El semblante de su jefe cambió y Bella supo que ya por fin se ponía serio –Llego un nuevo caso. Estamos seguros de que es él, todo parece indicarlo-

-Y si están tan seguros, porque estoy aquí?-

-Bueno...verás. Las pruebas apuntan a él, pero el chico no lo admite. Y las órdenes de arriba mandaron a hacerle ciertos estudios para comprobar si decía la verdad...-

-Cual estudio mandaron?-

-Polígrafo- respondió encogiéndose de hombros. Lo que parecía ser algo tan sencillo para ella debido a su profesión especifica, a ellos les parecía aburrido e innecesario.

-Está bien, cuando vendrá el sospechoso?-

-Está adentro, esperándote- Bella jamás pensó que les urgiera tanto el caso, pero asintió. Tomo el último sorbo de café, agarró el historial, suspiró y con actitud decidida, entró al cuarto de interrogaciones.

Bella Swan había visto miles de asesinos, ladrones, violadores y demás. Generalmente contando con similares características: cabello oscuro, piel morena, mirada desquiciada o enojada, peso medio...Nada fuera de lo común.

Pero el acusado sentado frente a ella, dándole la bienvenida era todo lo contrario a lo normal. Cabello alborotado, de color cobrizo con algunos destellos dorados que le proporcionaba un toque de sexualidad a su persona. Sus ojos, dos orbes color esmeralda, la miraban con suma tranquilidad y sus labios, estaban envueltos en una sonrisa cordial. La viva imagen de la despreocupación divina.

-Buenas tardes…-recordó que traía el expediente y lo abrió en la primera página. Se asombró al leer algunas notas pero lo fingió poniendo una cara seria –Edward Cullen- pronunció aun preguntándose si sus ojos habían visto bien. El historial de él no podía ser más perfecto y limpio. Adjuntado a algunos documentos y fotos, se encontraba su currículum, que un nuevo requisito que solicitaban para verificar si el asesino había trabajado en alguna tienda y que daños había causado dentro. El currículum de Edward era interminable, honoríficos, trabajos perfectos, calificaciones excelentes. Eso, combinado a la apariencia física, lo hacía el hombre perfecto.

-Buenos días…?-

-Lic. Isabella- dijo con orgullo

-Bella- sonrió y su nombre pronunciado en aquellos bien formados labios la hizo sonrojarse. Se tapo el rubor con el cabello, analizando las pruebas por unos minutos. Era acusado por una sospecha de robo y asesinato en 3er grado. Objeto robado: Un collar perteneciente a una joyería famosa de Nueva York, validado en más de 10,000,000,000 billones de dólares- Bien..Sr. Edward, aquí me dice que usted estudió en una de las universidades más prestigiosas, debió ser un gran orgullo para sus padres-

-Háblame de tu-

Bella asintió dudosa–Como fue esa etapa?-

-Sé cómo funciona esto, policía bueno, policía malo. Empiezan con preguntas amables y luego van con lo más violento o me equivocó?-

Ella solo lo ignoró y procedió a activar la máquina, ayudada por un guardia que colocaba los cables correspondientes en cintura, brazo y dedo de Edward. Una vez terminado, Bella ordenó al guardia que se retirara, aún sabiendo que era peligroso estar cara a cara con un presunto asesino. Aquellos que no demostraban nada de sentimientos eran los más peligrosos, justamente por lo mismo. –Empecemos-

-Tu nombre es Edward Masen Cullen?-

-Correcto- el aparato pareció sonar con un pitido leve, al cual no le tomó importancia –Naciste en Londres?-

-Sí..-hizo una pausa-Mira Bella porque no nos paramos, tengo una cita en la tarde-

-Con la cárcel?-

-Gente importante - Bella levantó su cabeza al oírlo hablar de esa forma misteriosa-Robaste ese collar?- enarcó una ceja

-No- Tomó entre sus manos la lectura del estudio y lo analizó, contrariada. Porque si las pruebas mostraban positivo, esta no?. La evidencia circunstancial indicaba un culpable, en cambio, el polígrafo indicaba una página en blanco.

-Conociste a la afectada?-

-La vi una sola vez-

Frunció en ceño al comprobar que era cierto, una de las pocas líneas que aparecían enredadas en la hoja, sin poder descifrarse. Y lo más extraño de la verdad es que ni una sola alteración estaba marcada en los ritmos cardiacos. Como si no hubiera ahí una persona, sino un muerto..

-La viste en la universidad donde estudiabas ingeniería?- Sabia que era una negativa, ya que el no llevaba esa carrera, pero debía comprobar su teoría

-No estudio ingeniería- respondió. Bella checó los registros y de nueva cuenta, nada apareció. Aunque había sido una mentira, ni una curvatura o una alta aceleración en su respiración o ritmo cardiaco se había registrado. Eso no era normal.

-Ya terminamos, Srita?- le sonrió con coquetería

-No. Apenas vamos iniciando-

-Debes apurarte, no querrás llegar tarde a la cena de esta noche. El restaurante tiene un límite de tiempo en la reservación-

-Que cena?-

-Ya te lo dije. Tu + Yo= Una cena. Queda claro?-

-Olvídalo, Edward. No saldrás de aquí porque te irás directamente a la cárcel-

-No tengo nada que ocultar-

-Ambos sabemos que mientes- El polígrafo seguía en blanco, sin pruebas que pudieran comprobar nada

-Solo se lo que yo sé, pero tú solamente sabes que soy una persona más a la que tratas de inculpar por un pecado que no es suyo-

-Soy la mejor de mi equipo-

-Y yo soy el mejor del mío-

-¿Entonces aceptas que robaste la joya?-

-No, pero buena suerte averiguándolo-

-La mataste?-

-A quien?-

-No juegues conmigo. Sabes que te descubriré, Edward Cullen-

-Ambos sabemos que no-

-Fallaras y aceptarás tu culpa-

-Es una amenaza?-

-Podría decirse que sí- le sostuvo la mirada tratande aparentar frialdad, pro más parecía un cordero suplicando por no ser la comida de la noche.

-No puedes acusarme si el polígrafo indica lo contrario-

-El polígrafo nunca miente-

-Comienzo a creer lo contrario-Edward rió suavemente mientras sus ojos paseaban por la figura de Bella-Lo mismo sucede con las personas, sabes? Jamás puedes confiar en ellas, es justo como una máscara que uno se pone para la fiesta de disfraces pero que conforme pasa el tiempo te das cuenta de que no te la has quitado y que la llevas soportando por semanas y semanas. Y terminas acostumbrándote, quitándotela solo para reemplazarla por otra-

-Entonces, lo robaste?-

-Sigues insistiendo con eso...Olvídalo querida. No quieres tomar un receso? Un helado tal vez, he oído de un buen lugar..-

-Me estas invitando a salir o solo buscar distraerme?-

-Que, si así fuera..? Aceptarías la salida?-

-Eres un ladrón y asesino..Podría ser una trampa y tú esperas que acepte para terminar como esa mujer?-

-Técnicamente, no esta comprobándose nada, así que no soy ni ladrón ni asesino-

-Lo comprobare..-

-Bueno mientras eso sucede, quieres ir a cenar el viernes?-

-No puedo. Trabajo-

-Sábado? -

-No-

-Domingo. Nadie trabaja en domingo-

-Iglesia- se encogió de hombros. Era mentira pero no debía caer en la tentación.

-Iré contigo-

-Ahora resultaste ser un fiel devoto?-

-Nunca se sabe. Últimamente dios y yo tenemos una conversación pendiente-

-Y eso en que ayudaría? Ya te dije que no, además…-

-Aceptaras-la interrumpió de improviso

-Como estas tan seguro de ti mismo?-

-Confió en tus hormonas, ellas me darán la razón-

-Eres culpable..-

-Pero hasta que se demuestre lo contrario...no puedo quedarme aquí-

-Di que eres culpable y todo esto terminara, niégalo y te seguiré-

-Lo niego..Ahora sígueme…-

-Mientes..-

-Para ser alguien tan atractiva, eres testaruda. Tengo un familiar médico quizás pueda recomendarte un psicólogo-

-Para qué?-

-Probablemente de testaruda pases a un episodio esquizofrenia..Nunca se sabe..No solo los locos están en el manicomio y no solo los asesinos son los que están en las cárceles-

El silencio reinó por un momento. El parecía regocijarse con toda la situación, ya que mantuvó su sonrisa intacta

-Edward...-

-mm..jum-

"Digamos que...hipotéticamente..Acepto ir a cenar contigo..solo es hipotéticamente eh? Me dirías lo que sucedió en verdad, sin pruebas de por medio?"

"Hipotéticamente?"

"Aja"

-No. Pero buen intento-

-Ni siquiera en una vaga ilusión? Si me dijeras, me dirías mentiras?-

-No-

-No, que..?-

-No te mentiría-

-Como lo sabré?-

-Te mentí cuando te dije que quería salir contigo? No..-

-No he aceptado..-

-Recuerda que lo harás..el misterio te atrae y en este instante soy como tu nuevo juego de mesa..Estas tan emocionada que olvidas leer las instrucciones y deseas jugarlo lo más pronto posible..Sin embargo, sabes que existe un riesgo a equivocarte y uno más grande: el de perder. Pero aun así, aceptas. Es inevitable, parte de la vida misma. Sino que seria de la rutina diaria sin una pizca de buen misterio y éxtasis que logre liberar adrenalina?-

-No sabes de lo que estás hablando-

-Tú crees? Yo no pienso así. Tú eres el mejor ejemplo mostrado. Tratando de sacarme una verdad o una mentira con tal de que te reduzcan las horas de trabajo? Dividiéndote entre la imagen que te atrae a mi o la necesidad de alejarte del nuevo loco que has descubierto..Dime qué papel tomas, Isabella?- pronunció su nombre con un tono de voz suave, e irresistiblemente sensual.

Ella se estremeció, pero no de miedo. Otro sentimiento distinto comenzó a invadirla. Su cabeza estaba saturada de su voz.

-Así que, soy culpable o inocente?-

-Como logras burlar el polígrafo? Nadie lo ha hecho antes-

-Es fácil- se encogió de hombros

-Dime- insistió

-Si al menos fueras digna de mi confianza, podría confesártelo. Pero eres policía, el lado “enemigo”. -No te ofendas-agregó

-Descuida, no lo hago. Sabes, Edward? Yo podría ayudarte si tan solo confiaras en mi-

Ni modo. Tendría que utilizar otro tipo de ayuda. Si Alice la viera en ese momento, estaría orgullosa de ella. Se alegró de que no estuviera ahí. Se acercó provocativamente a la mesa, sentándose y cruzando las piernas en actitud provocadora, dejando que la falda se le subiera unos centímetros. Si él jugaba el juego de la seducción, porque ella yo? Tenía que sacarle información. Edward enarcó una ceja y su sonrisa sexy se desvaneció por un momento. Perfecto, lo había confundido.

Por primera vez, el polígrafo notó un cambio en el ritmo cardiaco.

-Confía, Edward. Seré una investigadora, pero aun soy persona, así que eso no me convierte en enemiga, sino mas bien en aliados con un fin en común: Tu deseas salir de aquí, yo deseo salirme rápido de esta oficina, qué opinas?-

-Piensas que aceptare y saldremos a tomar un helado, te revelare todo y después podrás botarme a la cárcel haciendo uso de pruebas falsas?-

Ahora fue el turno de Bella de asombrarse. Una sombra de furia había aparecido en los orbes esmeraldas del atractivo chico. –No, te doy mi palabra. Da tu confesión, y haré lo que esté en mis manos para ayudarte-

-No me interesa. Esos tratos policiacos ya me los sé de memoria. Así que, no gracias- se levanto, quitándose los amarres y aparatos conectados a su cuerpo.

-Espera- lo retuvo por el brazo. Ya no era la cuestión de si él era un asesino o no, era el hecho de no querer que él se alejara de ella. Él lo había dicho, el éxtasis del momento..-No te vayas, discúlpame si te ofendí-

-No lo hiciste- tomó su mano. –Un gusto conocerla, Srita. Isabella-

-Bella-susurró sintiéndose derrotada

-Entonces, un placer Bella- soltó su mano suavemente dudando de la misma manera que ella.

Abrió la puerta de la oficina, se colocó sus lentes negros, y le dirigió una suave sonrisa antes de darse la vuelta y salir. Bella, por su parte, solo pudo quedarse ahí sentada sin poder hacer nada. Apretaba su mano en señal de frustración cuando notó el papel en sus dedos.

Abrió el pedazo de hoja rasgada que contenía miles de arrugas y una sonrisa iluminó su rostro cuando leyó el mensaje, escrito con una caligrafía elegante.

Cena 8pm Restaurante “La Vitae”

0207982456898”

Edward C.


Dirigió una mirada al polígrafo, que aun seguía prendido. Se acercó a las lecturas y no le extraño notar solo una serie de líneas, las únicas que había registrado cuando se había alterado. Después de todo, su caso misterioso aun podía seguir abierto. El podría ser un asesino y un ladrón, pero no lo podía saber hasta arriesgarse. Así que por primera vez en su vida, Isabella Swan tomo su bolso de su oficina y salió al encuentro de su cita, confiando en el destino. Y en la persona que gritaba peligro por cada uno de sus poros: Edward Cullen.

3 comentarios:

  1. Intrigante hasta la ultima letra. Me gusta muchisimo ese Edward tan... ¿controlado y manipulador? Tan seguro de sí mismo y igual que tu Bella. ¿Lo atrapará? ¿Acabará cayendo ella en sus redes? ... Suerte!!!
    Ele.

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  2. XD… un fic policial! de estos nunca había leído uno, me gusto. Me hizo recordar a un par de buenas pelis.

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  3. Yeah!!! me fascino Bella pli y EDd el amlosito bueno... a he d e donfesar que me matan los niños malos, entre ams malos mas sexy y salvajes y aaaaaa ame este os ... nucna te habia leido pero mujer me encantoooo pronto te visitare

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