Bienvenidos a ELÉCTRICA OBSESIÓN


Donde doy vida de nuevo a los personajes que me atraparon y me arrastraron a su mundo, uno que sólamente es posible entre las páginas de un libro.
EnglishAlemánFrancésEspañolItalianoNetherlandsRusoPortuguésChino SimplificadoJaponés
CoreanoÁrabe

viernes, 26 de noviembre de 2010

Jamie y Elen - Cap 01 - Jamie


JAIME Y ELEN

Raiting:M

Characters: Jamie y Elen

Summary: Jamie y Elen ya llevan unas semanas juntos. (Continuación de Regalo de amor)

CAPÍTULO 1 - JAMIE

Como si un ser superior hubiese escuchado la muda plegaria que en esos instantes inundaba mi mente, la luz de mi vida salió de la cocina con su carita manchada de harina.

Sin pensarlo, como un depredador cualquiera, atrapé a mi presa por la cintura y la arrastré hasta el oscuro escondite que suponía la boca del corredor donde me encontraba; pegándola a la pared rocosa sin emitir ni el más leve sonido.

- ¿Jamie...? –Musitó un poco asustada.

Me permití ser travieso y no le contesté, en vez de eso busque sus labios con calma.

Ella automáticamente volvió la cara y comenzó a forcejear para liberarse.

Se me escapó una risita tonta y le soplé el cuello.

- Jamie –Jadeó rindiéndose y buscando ansiosa los labios que acababa de rechazar.

Me pegué a su cuerpo deseando que notase cuanto la necesitaba en esos momentos, estaba seguro de que no lo había hecho a propósito pero... la forma en que dijo mi nombre había sido demasiado sensual y excitante.

Necesité de todo mi autocontrol para no tumbarla y tomarla allí mismo. Para conformarme con acariciar su cuerpo sin desvestirlo, mientras nos robábamos mutuamente el aliento.

- ¿Y si no hubiese sido yo? –Susurré contra la piel de su cuello, justo bajo la oreja, en cuanto pude hablar.

- Pues... –Suspiró algo aturdida ante el roce de mis labios– Pues... –Tragó en seco al notar mis dientes alrededor de su lóbulo.

Sonreí mitad orgulloso mitad divertido y, de mala gana, le concedí un poco de tregua, sabedor de que estaba apunto de perder el hilo de la conversación.

- Que lo habrías pasado francamente mal. –Soltó de golpe en cuanto aleje mi boca unos milímetros, aunque no sin cierto esfuerzo para conseguir articular correctamente su respuesta.

- ¿De veras? –La presioné sarcástico, disponiéndome a permitir que mis dientes recuperasen su trofeo. Estaba jugando. Nunca se me había pasado por la cabeza que eso pudiese suceder, por lo tanto tampoco había barajado las opciones que tendría llegado el caso...

- Aja, se defenderme Jamie. –Aseguró levantando lentamente la rodilla para ilustrar su afirmación– Da gracias a que te reconocí a tiempo.

Instintivamente, mi cuerpo reaccionó arqueándose para alejar la pelvis y... Bueno, digamos que el "sexo fuerte" se arrugó frente al supuesto "sexo débil" anticipando el intenso dolor. Ella tenía razón, ese movimiento con la rapidez y contundencia adecuadas era suficiente para neutralizar al más fornido de los agresores. Sin embargo no era eso lo que había borrado la sonrisa de mi rostro...

¿Se habría sentido en peligro alguna vez, o había sido cosa de alguien más enseñarle defensa propia? Y si era lo último... ¿Qué habría motivado a esa persona? Que yo supiese ninguna alma acosaría sexualmente a otra, así pues carecía totalmente de sentido suponer que esa medida de precaución partiría de sus padres, ¿no?. De pronto las cuevas, y más concretamente los hombres con las que las compartíamos, dejaron de parecerme tan fiables.

- ¿Jamie? –Susurró angustiada.

Mi mente se negó con terquedad a permitirme volver a la dulce realidad de tenerla entre mis brazos, arrojándome a bocajarro la imagen de las insolentes manos de Isaiah sobre sus caderas. ¿Había creído hacía un instante qué era el quien la retenía? ¿Había intentado sobrepasarse con ella después de aquel día?

- ¿Qué tienes mi amor? ¡No te habré lastimado, ¿verdad?

No, claro que no. Pero seguramente yo sí estaba apunto de hacerlo. Este fugaz pensamiento rasgó, cual afilado cuchillo, el velo que nublaba mis sentidos. Liberado del trance, desplacé mis manos hasta la dura roca para evitar que mis dedos acabaran marcados sobre su nívea piel e inspiré hondo para serenarme. Su aroma me llenó por completo, haciendo que la sangre volviese a concentrarse en determinada parte de mi anatomía... logrando que mi mente, falta del riego necesario para atender a múltiples cuestiones a la vez, olvidase momentáneamente sus sospechas y temores.

Volví a fusionar nuestras caderas, y a deleitarme con sus jugosos labios de todas las maneras posibles... besándolos, lamiéndolos, mordiéndolos, succionándolos entre los míos... mientras sus manos jugaban y se enredaban entre mis cabellos y nuestras respiraciones se volvían agónicamente caóticas.

De algún modo me las ingenié para colar una de mis piernas entre las suyas, y alzarla con decisión unos centímetros a caballo sobre mi rodilla. ¡Dios, estaba tan encendida como yo! Su exquisito y prolongado gemido, unido a la extraordinaria dureza de sus pezones, casi incrustados en mi pecho, me indicaron el alto grado de humedad que el grueso tejido de ambos vaqueros no me permitía comprobar.

Deshice el abrazo con el que buscó mantener el equilibrio llevando sus manos por encima de su cabeza. Allí las retuve presas con una de las mías mientras la otra torturaba por turnos sus senos, trazando círculos sobre la tela que los cubría. No era suficiente. Quería disfrutarlos sin obstáculos. Poder sentir su calidez y suavidad bajo mis palmas... atrapar y frotar entre mis yemas los sonrosados pezones... pero sobre todo ansiaba probarlos.

Jadeé al imaginar mi boca cubriendo sus aureolas... La piel de su estomago tembló ante el avance suave pero decidido de mi mano por debajo de su camiseta.

También me moría por explorar entre sus pliegues con la punta de mis dedos. Deseaba deslizarlos un par de veces, lenta y tortuosamente, sobre la entrada de su "cueva del tesoro" antes de lanzarme a la conquista del "monte de Venus"...

- ¡Hum! –Me estremecí anticipando el placer de acariciarlo y colmarlo de atenciones de todo tipo hasta llevarla al éxtasis o a que me suplicase que la hiciese mía; lo que sucediese antes.

Sin embargo aquel no era el momento ni mucho menos el lugar, como muy bien me recordaron el eco reverberarte de una conversación procedente de la gran sala y su débil protesta susurrada en mi oído.

- Jamie, aquí no.

Gruñí sabiendo que ella no me detendría si hacía caso omiso a su pudorosa petición. La forma en que su cuerpo seguía encajado contra el mío me indicaba inequívocamente que habíamos sobrepasado ese punto límite a partir del cual estaba más que dispuesta a someterse a mi voluntad.

Mi voluntad... ¡Ja! Menudo eufemismo. Me costó lo suyo, amen de medio minuto largo, disputársela a mi cuerpo partícula a partícula hasta ser capaz de dirigirla en la dirección correcta. Pero finalmente la liberé y retrocedí un par de pasos.

- Si, tienes razón. Será mejor que vayamos a asearnos para la cena. Anda, adelántate tú. Yo necesito un poco más de tiempo para... ya sabes... dejarme ver.

- ¿De veras? ¡Oh! Pobrecito –Se burló con fingida inocencia mientras se alzaba de puntillas para darme un último beso.

- No me tientes... –Me quejé contra sus labios, desligando con rapidez sus dedos enlazados tras mi nuca al sentir como, quizá por puro accidente, quizá como justa venganza por mi comportamiento al principio de nuestro encuentro, la parte baja de su muslo terminó presionando mi zona hipersensible.

- Ups.

Fue toda la aclaración que recibí al respecto antes de quedarme solo.

Sacudí la cabeza y me reí de mí mismo mientras recordaba los consejos de Doc para esta situación. Precisamente venía de visitarle ya que me preocupaba mi recién adquirida "obsesión" por así decirlo.

No fue nada fácil confesarle que me preocupaba estar convirtiéndome en un pervertido o algo así, puesto que desde aquella maravillosa primera noche no era capaz de pensar en otra cosa. Y es que mi mentalidad parecía haber sufrido un drástico cambio. Toda la adolescencia sin acordarme de que existía el sexo – bueno... para mí lo que compartía con Elen era mucho más que eso, era la expresión física de mi amor... –y ahora llevaba semanas reprimiéndome para no proponerle repetir a diario...

«- Jamie, lo que me preocuparía sería lo contrario... Estas enamorado, tienes diecinueve años y una novia preciosa que al fin despertó a tus alocadas hormonas... Carcajeo guiñándome un ojoSi eso es de pervertidos entonces todos lo hemos sido... incluso algunos tienen la suerte de seguir siéndolo después de tanto tiempo juntos. Sharon y yo sin ir más lejos. Nosotros aún...

- ¡Woo!, Demasiada información Doc Le atajé sintiéndome incomodado. Una cosa era "suponer"... incluso darlo por cosa hecha, y otra muy distinta hablar abiertamente sobre lo que hacía o dejaba de hacer con mi prima.

Volvió a reírse.

- Tu reacción también es totalmente normal y me recuerda algo que de seguro te será muy útil; así que presta atención chico y veras como me lo acabas agradeciendo. Sí alguna vez necesitas "pararte"... piensa en algo de ese estilo pero con todo lujo de detalles. Mientras más te desagrade la fantasía, mejor. Créeme funciona. »

Con un escalofrío, pues no se me ocurrió nada menos erótico que sustituir a Elen por la tía Maggie, pegué la espalda a la roca y me dejé caer a la espera de los resultados de tan repulsivo como efectivo tratamiento de choque... aunque antes me permití recrearme en la posibilidad que escondía su indeciso "aquí no" con una sonrisa picara... está noche puede que durmiéramos poco... –Las comisuras de mi boca se relajaron cambiando la picardía por ternura– o puede que volviésemos a dormir toda la noche entrelazados en un apretado abrazo.

Suspiré ilusionado. Y al hacerlo me di cuenta de una verdad innegable que hizo que mi pecho se agitas ante la magnitud de tal descubrimiento: Lo que verdaderamente me importaba es que esta noche volvería a coger el sueño escuchando la cadencia de su respiración... mirarme día tras día en aquellos hermosos ojos... ver como brillaban ilusionados al encontrarse con los míos... pintar una sonrisa en su rostro de porcelana... un rostro que podría describir al detalle aun cuando se me privase de contemplarlo durante insufribles años y que, increíblemente se volvía todavía más bello cuando el rubor coloreaba las mejillas... acariciar esas mejillas y su sedoso cabello...

Maravillado tuve que admitir que Doc tenía razón. Estaba exagerado bastante en el análisis de mi situación. Cierto que a veces me bastaba con sentir su presencia o un simple y casual roce para "encenderme"... que esas reacciones tan fuertes e inmediatas, una vez calmado, me hacían sentir confuso... que nunca la había deseado tanto de esta manera... y que eso daba rienda suelta a alocadas fantasías subidas de tono... pero decir que no pensaba en otra cosa era sacar las cosas de quicio y una mentira como un templo.

Aunque por otra parte, y volviendo a la realidad... ahora tendría que forzarme a hacerlo si es que quería llegar a tiempo para la cena. Claro que, usando a tía Maggie no creo que me quede mucho apetito la verdad.

N/A: Tardé y no fue una nueva seríe de 5 largos capítulos y una introducción como planeé en un principio...( igualando a su predecesor) pero al fin aqui esta una continuación de "regalo de amor" más cercana cronologicamente que mi anterior 0S "Clases de conducir". Espero que os guste este mini fic. Espero poder escribir proximamente el 2º y último capítulo ELEN.

Electrica

Va por vosotros Abner y Neny

P.D. Poco a poco voy mejorando en el tratamiento de imagenes... aunque no lo parezca estos chicos no estaban en la misma foto!!! XDD. Ella no es mi Elen ideal pero bueno... quedó bien ¿no?



4 comentarios:

  1. jaja! no importa que tardes, lo que importa es que estés feliz con lo que hiciste y al igual que este chico, yo me enamore de Elen. Decir me encanto es muy poco! De verdad me encanta este fic tuyo, los demás también pero este va de primero!

    ResponderEliminar
  2. Neny W Cullen ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Jamie y Elen- Cap 01 - Jamie - Electrica Cullen Bl...":

    Vaya que si le queda apetito despues de pensar en Maggie es por que sus hormonas son mas poderosas ^^
    Hermana sabes que eres mi genio maravillosa verdad?...Estaba pensando que tenia demasiado votado a mis huespedes lemoneras y tu apareces con semejante "REGALO" por dios...si digo que me encanto miento...porque es mas que encantar, lo amo, de verdad...duren los capitulos que duren amo a esta pareja. Lograste que Elen sea parte de The host si o si!
    Te quiero hermana y estoy exquisitamente fascinada con este mini fic y con todo lo que escribes.
    Un beso enorme
    love you

    PD: Doc me encanta! jajaj mira que andar diciendo que él y sharon aun... 1313 jajaaj

    ResponderEliminar
  3. tienes puntería escribiendo, sigue en ello.

    ResponderEliminar
  4. Electrica!! uff, hace mucho que no me pasaba por aquí D= perdón, jeje' pero de verdad que el fic me gustó, es genial... me encanta como escribes, de verdad tienes talento (:

    ResponderEliminar

Tú opinión es importante... ¿Me la dices?.