Bienvenidos a ELÉCTRICA OBSESIÓN


Donde doy vida de nuevo a los personajes que me atraparon y me arrastraron a su mundo, uno que sólamente es posible entre las páginas de un libro.
EnglishAlemánFrancésEspañolItalianoNetherlandsRusoPortuguésChino SimplificadoJaponés
CoreanoÁrabe

lunes, 25 de abril de 2011

Como la crema y la canela - Cap 15 - Conversaciones "delicadas" y otras penitencias


CAPÍTULO 15 – CONVERSACIONES "DELICADAS" Y OTRAS PENITENCIAS

JAKE POV

Nessie consideraba que la noticia de nuestro compromiso era demasiado importante para darla a través de una fría llamada telefónica, y que lo más correcto sería que fuésemos los dos a Phoenix a comunicarla en persona.

Yo no podía estar más de acuerdo en todo y menos dispuesto a separarnos aunque solamente fuese por un fin de semana... Eso sin contar con que además era una muy buena ocasión para matar dos pájaros de un tiro y presentarme por fin al resto de su parentela; es decir Emmett McCarty y su pareja. Tampoco se podía decir que conociese mucho a Alice y Jasper Whitlock, pero al menos ellos habían estado un par de semanas en La Push el verano pasado..., aunque eso era más bien un decir, pues el huracán Alice estuvo más tiempo arrasando las tiendas de Port Angeles que en la reserva.

Así fue como, una semana después de desafiar con nuestra "precoz" promesa de amor a cuantos nos rodeaban, –simbolizada en la modesta pulsera artesanal que lucía en su muñeca derecha– y puesto que su madre no se encontraba con ánimos de viajar, volvíamos a tener que enfrentarnos en solitario a una situación similar.

De igual modo que existe el amor a primera vista, ahora sé que –al margen del instintivo hacía los vampiros– también es posible experimentar el odio. Bueno, tal vez odio sea una palabra demasiado fuerte para calificar lo que Rosalie Hale y yo sentimos el uno por el otro desde el instante en que nos vimos... Quizá la expresión más adecuada sea "desagrado"..., ¿antipatía, tal vez?... Mejor dejémoslo en pura e incondicional aversión.

Ella reunía todos y cada uno de los aspectos que yo más detestaba en una mujer: Coqueta, presumida hasta el extremo de estar constantemente pendiente de su pelo y/o su apariencia en general... Orgullosa... Uñas larguísimas, eternamente pintadas de rojo pasión a juego con los labios... En pocas palabras: Era hermosa, lo sabía, y presuponía que todo el mundo debía caer de rodillas a sus pies deseoso de recibir sus atenciones. Lo que se dice una Barbie de carne y hueso, aunque con "algo" más de cerebro.

¿Mi "delito" a sus ojos?... precisamente ese; no dejarme deslumbrar ni babear por los rincones.

En cuanto a su padrino, Emmett... Nessie me lo había descrito como un niño grande. Me bastaron quince minutos a solas con él para comprobar que tenía toda la razón. Yo esperaba que en cuanto ella se fuese me preguntase cosas como: Mi sueldo como vigilante de la reserva. –Si él supiese en lo que consistía realmente ese curro.– Si esa ocupación sería fácil de compaginar con el taller mecánico que Sam, Quil, Embry y yo planeábamos abrir para aumentar nuestros ingresos... –Todavía recuerdo la que se montó cuando el consejo nos puso un sueldo sólo a los que ya estábamos en edad de trabajar.– Qué tal nos iba el papeleo y demás gestiones... Si ya teníamos el local... En fin, cualquiera de las cosas que se suelen preguntar en estos casos... Pero no.

- Buena la has hecho, chaval. –Comentó dándome una palmada en el hombro.– ¿Cómo se te ocurre hacerme esto?

Le miré sin comprender del todo. ¿Era una pregunta retórica, o esperaba una respuesta?

- Rose y yo llevamos viviendo dos años juntos, sin necesidad de formulismos ni ceremonias cursis... Y ahora os presentáis aquí, con semejante bomba cuando apenas si lleváis... ¿cuánto? ¿Un año de novios formales? –Bufó.– ¿Qué crees que va a pasar? ¿eh? A ver, dime.

Esta conversación estaba empezando a ponerme de los nervios, pues seguía sin comprender a dónde quería ir a parar y si realmente esperaba una respuesta concreta. Encima sonreía de oreja a oreja, algo que distaba de concordar con el elevado tono de su voz , contribuyendo en gran medida a desconcertarme todavía más...

¿Quería eso decir que su enojo era simulado? Y aunque así fuese..., ¿eso era buena o mala señal? No lo conocía, y por lo tanto no podía juzgarlo.

- Las mujeres, Jake, y mi Rosalie en particular, son caprichosas por naturaleza. ¿Has oído alguna vez la expresión: "Culo veo, culo quiero"? –Inquirió rodeándome los hombros con un brazo, y continuando con su monologo sin darme la oportunidad de contestar– Te apuesto lo que quieras a que esta misma noche comenzará a presionarme con el asunto de nuestra boda. –Concluyó suspirando y revolviéndome el pelo.

Un gesto de la camaradería que yo aún distaba mucho de compartir, y que le duró bien poco. Inesperadamente su brazo se tenso alrededor de mis hombros y su expresión se volvió sombría y amenazadora.

- Hazle daño, de palabra, obra u omisión, me da igual... Una sola lágrima y te prometo que no volverán a apretarte los calzoncillos nunca más, ¿entendido? –Espetó con dureza imitando el corte de unas tijeras frente a mis ojos. –¡Bien! Se acabó la parte desagradable. Nada personal, chico. Solamente cumplo con mi obligación de padrino en ausencia de Edward. –Su tono volvía a ser alegre y despreocupado. Y su abrazo ligero.– No dirás que no sé cuidar de tu pequeña, ¿eh amigo? –Inquirió mirando al cielo. Descubriéndome su vena sensible, y de paso dejándome claro que su personalidad y su estado de ánimo tenían más altibajos que una montaña rusa, exactamente igual que un niño pequeño.

Por desgracia para mí, no fue esa la única ocasión en la que me encontré pensando:

"Ojalá Ness lo este pasando mejor".

Obligado a pasar la mayor parte del tiempo a solas con Jasper y Emmett mientras sus respectivas parejas literalmente secuestraban a la mía para "hacer cosas de chicas", lo único positivo de aquel fin de semana fue el pequeño incidente que protagonizamos en el vuelo de regreso.

NESSIE POV

Mi decisión de viajar a Phoenix trajo una consecuencia para la que no me había preparado. Y es que ni siquiera se me había pasado por la cabeza que tía Alice decidiese "adelantar todas las compras posibles" justo en esta ocasión. Claro que, conociéndola, era un fallo garrafal por mi parte, pues para ella cualquier excusa era valida.

Menos mal que sólo tuvimos la tarde del sábado... Ir de compras con tía Alice era toda una experiencia. Literalmente se volvía loca. Pero entrar con ella y con Rose en una tienda de lencería... eso fue una bien traumática. Se pasaron todo el rato corriendo de acá para allá, levantando en alto diminutas prendas de encaje haciendo comentarios del tipo: "Este es muy sensual" "Seguro que a Jake se le cae la baba con este", y lo peor de todo es que Rose no tenía nunca en cuenta lo lejos que estuviese de nosotras ni la cantidad de gente de alrededor... Bueno... miento, lo peor fue que me arrastrasen a los probadores con un lote completito.

Como envidié entonces la falta de inhibiciones de la pareja de tío Emmett. Me habría venido muy bien cuando se empeñaron en ver como me sentaban. No habría tenido que soportar comentarios del tipo: "Hija, no seas tan vergonzosa que no tienes nada que no tengamos nosotras" "Pobre Jake, se parará toda la noche de bodas aporreando la puerta del baño, como si lo viera". Y desde luego habría sido una autentica bendición durante las conversaciones posteriores a las que dieron pie, plagadas de consejos de índole sumamente íntima y anécdotas picantes.

Ni que decir que fue un fin de semana muy, muy largo para mí, y me temo que Jake no escapo mucho mejor. No quiso entrar en detalles, al igual que yo, aunque no los necesitaba para saberlo, me bastó la sola mención de que tío Em le había dado "la charla".

Aprovechando que el avión estaba a oscuras, le prometí entre besos que se lo compensaría durante el resto de mi vida... Y él a su vez me advirtió que no sabía lo que había hecho al formular semejante promesa..., amenazándome a continuación con recordármelo muy, pero que muy a menudo, mientras enterraba sus labios en la base de mi cuello. No fue hasta que vino a amonestarnos una azafata, bajo pretexto de ofrecernos alguna cosa, que me di cuenta de que había terminado en su regazo, atrayendo la atención de unos cuantos pasajeros.

Menuda vergüenza pasé durante el resto del vuelo y el posterior desembarque. E ilusa de mí al consolarme pensando que al menos ya había dejado atrás la etapa de las conversaciones delicadas. –Me refiero obviamente a las ineludibles.– No tardé en comprobar cuan equivocada estaba. Al día siguiente me esperaba una bastante comprometida con la persona que menos me podía imaginar.

Angela y yo nos habíamos saltado la última clase, gimnasia, para poder charlar libremente sobre mi viaje a Phoenix sin tener a Jess y Lauren tratando todo el tiempo de sonsacarme maliciosamente cualquier anécdota graciosa que no estuviese dispuesta a compartir con ellas.

Al parecer no fuimos las únicas, pues fue entonces cuando me abordó. Debía estar rondando por allí, a la espera del corto intervalo entre el fin de mis clases y la llegada de Jake. En cualquier caso mis novillos le vinieron de perlas.

- ¿Podemos hablar?

Alcé la cabeza sorprendida, topándome con la oscura mirada y el semblante eternamente serio de Leah. Desde mi ingreso oficial en el selecto y ultra secreto club de las imprimadas, no había vuelto a molestarme, aunque en realidad lo más correcto sería decir que me ignoraba con la misma sutileza con que los todo poderosos Dioses han ignorado al común de los mortales desde el inicio de los tiempos, así que no me cabía en la cabeza qué podía ser tan importante como para que se dignase a bajar de su pedestal. Y menos de esta manera, saltándose sus propias clases para venir a buscarme al instituto de Forks.

- Sí, claro. –Balbuceé.

- A solas. –Exigió dedicándole una corta mirada cargada de suficiencia a mi acompañante. Y sin esperar a confirmar si la seguiría o no, giró y echo a andar a largas zancadas.

Aspiré profundamente. Luego formulé una apresurada disculpa de cortesía para con Angy y la seguí. No sabía a que venía todo esto, ni mucho menos a que atenerme, pero me moría de la curiosidad por averiguarlo.

Caminamos unos cuantos metros envueltas en un incomodo silencio. Yo –presa del nerviosismo e incapaz de permanecer con las manos quietas– iba enroscando y desenroscando un mechón de cabello en mi índice, con la vista fija en el suelo y el corazón atronándome en los oídos.

- Supongo que Jake te ha contado lo mío con Sam y Emily, ¿no?

Asentí, todavía mirando al suelo.

- Por supuesto –murmuró y en su voz me pareció apreciar un matiz cálido y ni rastro del enojo que esperaba.– Y te habrá dicho también que por esa razón abandoné la manada. ¿No es así?. Pues se equivoca.

El silencio reinó de nuevo, pesado y asfixiante, hasta que me atreví a decir en un susurro:

- Supongo que hay muchas razones validas para hacerlo. Razones que solamente te incumben a ti.

Vi algo por el rabillo del ojo que captó mi atención, algo que me resultaba fuera de lugar porque nunca lo había visto antes, algo que me desconcertó pues iba dirigido a mí: Su sonrisa. Pero no una cargada del desprecio que me era habitual, sino limpia y sincera. Parpadeé asombrada. Leah Clearwater estaba sonriéndome de corazón, sin dobleces. Y esa sonrisa suavizaba sus duras facciones dejándome ver la hermosa y dulce chica que había sido tiempo atrás. La autentica Leah. La chica que enamoró a Sam Uley.

Jake me había dicho en cierta ocasión que, en cierto modo y pese al rechazo por parte del lobo, Sam aún seguía amándola. Que se odiaba a sí mismo por causarla tanto daño... Ahora más que nunca lo entendí. Estaba comprobando con mis propios ojos el desolador resultado de aquella imprimación... E imaginé lo devastador que tenía que ser saber a ciencia cierta todo eso mientras le veías besando y abrazando nada más y nada menos que a tu prima. Compartir sus planes de futuro comparándolos inevitablemente con los vuestros... En definitiva, me puse en su lugar una vez más... dándome verdadera cuenta de su enorme fortaleza. Dudaba de que yo estuviese ahí hablándolo, con sólo el carácter agriado. No, seguramente yo estaría entre cuatro paredes acolchadas.

- También a ti. Por eso estoy aquí. Por eso y porqué quiero darte las gracias.

- ¿A mí? ¿Las gracias? No entiendo...

- Por librarme definitivamente de cometer la mayor estupidez de mi vida, pues estaba comenzando a dudar de haber tomado la decisión acertada, y planteándome seriamente volver a la manada, con todas sus consecuencias. –Declaró. Dejándome todavía más confusa.– Aquella noche en la reunión del consejo..., cuando regresasteis a la hoguera y Jake anunció que le habías aceptado... Se terminaron mis dudas. Supe que todo estaba bien como estaba, aunque me hice la firme promesa de confesártelo todo antes de que os casarais. Y bueno... por lo que se ve, el tiempo se me agota.

Con cada nueva frase me sentía más y más perdida... y mi instinto me advertía de que no me gustaría dejar de estarlo.

- Verás una parte de mí aún ama a Sam, cierto, pero que podía vivir con eso. Todavía me quedaba suficiente corazón como para enfrentarlo en el día a día de la manada... Sin embargo, ¿qué sería de mí cuando Jake lo destrozase por completo?

- ¿Jake? –Jadeé.– Tú... ¿tú quieres a Jake? –farfulle sintiéndome morir. Luego apreté dolorosamente los labios para evitar quedarme con la boca temblorosamente abierta.

- ¿Entiendes ahora por qué dije que te incumbía, y qué era la mayor estupidez de mi vida?. Tarde o temprano aparecería su impronta... o sea tú. Y contra eso no hay quien compita, créeme. Puedes estar segura de que nada ni nadie lo apartará de ti –me tranquilizó.

Tragué el nudo que me impedía hablar, incluso respirar, y asentí en respuesta a su primera pregunta. De todo lo demás no sabía que pensar. La cabeza me daba vueltas y vueltas...

- Sip. Habría sido como tropezar dos veces con la misma piedra... –continuó sin percatarse de mi estado, o tal vez haciendo caso omiso de él. Había empezado y tenía que terminar– aunque probablemente él no se hubiese fijada en mi de ese modo en absoluto. Y caso de habérselo insinuado yo..., lo más seguro es que me hubiese visto rechazada educadamente, consiguiendo simplemente estropear una, por entonces, floreciente amistad. No obstante no podía arriesgarme. Temía terminar conformándome con cualquier migaja que me ofreciese por compasión, lastimándonos a la larga a ambos, por eso decidí cortar por lo sano.

Mis oídos parecían rellenarse de algodón por momentos, así que redoblé mi concentración para no perderme nada de lo que dijese.

- Es curioso como funcionan estas cosas. Cuando ingresé en la manada, no se puede decir que Jake y yo congeniásemos demasiado. A mí, encerrada en mi burbuja de hiel y vinagre, me pareció un niñato engreído sin más... Pero a medida que transcurría el tiempo... Conforme todos iban imprimando dejándonos atrás... empecé a fijarme en él... en cuantos pensamientos afines poblaban nuestras cabezas...

» Me sorprendió descubrir que compartíamos multitud de sentimientos encontrados hacía lo que éramos. Por un lado ambos ansiábamos ser diferentes, disfrutábamos de nuestra, por así decirlo, aparente libertad de elección a la hora de otorgar nuestro amor... Nos alegraba haber escapado del rebaño y poder hacerlo sin imposiciones ni condiciones... Pero por el otro, esa misma y única distinción nos torturaba hasta inspirarnos complejo de culpa, inferioridad, rabia, y por supuesto frustración.

» En resumen, ambos maldecíamos esta vida por imponernos entre otras cosas la imprimación, a la imprimación por no llegar, y a nosotros mismos por esperarla cada vez más impacientes pese a renegar de ella...

Me encogí de dolor. Hace un año habíamos mantenido una charla al respecto, cuando de improviso se me ocurrió que quizá amarme fuese una obligación para él... Y si bien es cierto que, ante mis reiteradas peticiones, no se había reservado esta parte de su historia para sí mismo, no lo es menos que la había endulzado un poco.

Leah se alarmó al observar mi expresión atormentada.

- ¡Ay, no! No te pongas así Ness. No lo decía con esa intención. En serio que no me di cuenta... –Se detuvo en seco reteniéndome del brazo.– Jake a cambiado mucho desde entonces... Además estoy segurísima de que él y tú estarían juntos con o sin imprimación... y Seth opina lo mismo. Hasta creo que Sam habría terminado sintiéndose atraído por Emily...

- Estoy bien. –Musité conmovida por su recién adquirido interés en no lastimarme, y al mismo tiempo confortada por el recuerdo de las palabras exactas que Jake empleó para dar por concluida aquella conversación: "Tanto como lo es para ti".– Continua, por favor. Ya puestas quiero saber el resto, ¿vale?.

- Vale. La cuestión es que, tal y como cita el refrán que dice: "Dios los cría y ellos se juntan", nos fuimos acercando y estrechando lazos poco a poco. Tú mejor que nadie sabes lo fácil que resulta hablar con él. Fui confiándole pensamientos e inquietudes que jamás compartiría con el resto de la manada, incluido mi propio hermano... hasta que una mañana me sorprendí mirándole de una forma completamente diferente, y supe que estaba volviendo a cometer el mismo error: Enamorarme de un lobo.

No sé si hizo una parada efectista, o es que simplemente se me hizo eterna su toma de aire entre frase y frase. En cualquier caso tuve que recordarme a mí misma mi propia necesidad de respirar.

- No fue fácil asumirlo. Habría sido tan sencillo dejarse caer en el autoengaño y disfrazar ese amor incipiente de simple exceso de cariño... Casi como respirar. –Suspiró– Sé que no es de esos, y desde luego maldita sea si me enorgullece admitirlo, pero... tal vez incluso habría aceptado ser su amante ocasional si eso era lo máximo a lo que podía aspirar con él..., sino fuese porque la delgada y negra sombra de la imprimación siempre estaba ahí, planeando al acecho, recordándome una y otra vez que cualquier tipo de relación sentimental entre nosotros estaba condenada de antemano al fracaso.

» Por eso me fui. Por eso y porque no quería que ni él ni nadie viese todo esto. No quería su compasión... Y tampoco quiero la tuya, –agregó endureciendo su tono y volviendo a ser la Leah que yo conocía– ¿entendido?

- No te compadezco. Nunca lo hice porque en realidad... te admiro. –Admití.– Admiro tu fortaleza y tu determinación.

- Después de lo que te he contado... ¿todavía lo haces?

- Sí –contesté sucintamente.

Sonrió.

- Al principio creí que eras una chica muy afortunada... Incluso te odie por ello –cayó abruptamente y su sonrisa se extinguió.– Lo siento mucho, Ness. Siento habértelo hecho pasar tan mal. Supongo que en el fondo necesitaba tomarla con alguien y... usé los estúpidos prejuicios de la tribu como excusa para hacerte pagar los platos rotos de una fiesta a la que ni siquiera fuiste invitada.

- No te preocupes. Como muy bien dices no fuiste la única y... de todos modos, lo pasado, pasado está, ¿no?

La sonrisa volvió a su lugar. ¿Habría entendido el doble sentido?.

- Ahora sé que también en eso me equivoqué contigo. El afortunado siempre a sido y será él.

- ¡Oh! –Fue todo lo que pude decir.

- Me alegro de que seas tú y no alguien como yo. No siempre fui así, ¿sabes? La verdad es que ni a mí misma me gusta la actual Leah... pero no sé como terminar con ella...

- Creo que ya has empezado –susurré colocando mi mano en su antebrazo.

- Quizá Seth tenga razón... –murmuró con los ojos fijos en la nada.– Tal vez todo mejore cuando encuentre a mi impronta –suspiró volviendo a enfocar el mundo real– Lastima que no tengas un gemelo –declaró, pillándome por sorpresa, palmeando con suavidad mi mano.– Aunque tendría que ser gemelo idéntico de condición que no de apariencia. No te ofendas pero... me gustan bañados en caramelo. –Bromeó empujándome con la cadera.

Ese gesto de camaradería era tan desconcertante viniendo de ella que me quedé mirándola como una boba sin saber como reaccionar.

- ¿Amigas? –Inquirió tendiéndome la mano.

- Amigas –Confirmé estrechándosela con ganas.

- Que dios se apiade de quien ose hablar mal de ti en mi presencia de ahora en adelante... Y tranquila. Hace tiempo que superé aquel enamoramiento. Solamente quería cumplir con mi promesa... –Dijo en voz alta, e inmediatamente murmuró para sus adentros.–¡Uy! Que mal. Debería haber empezado por ahí. –Logrando que ambas pusiésemos los ojos en blanco al mismo tiempo, echándonos a reír como tontas.

Pronto Leah demostró sobradamente que aquellas no habían sido meras palabras, convirtiéndose en mi más acérrima defensora. Supongo que tan drástico cambio le dio a mis –ya escasos– detractores mucho en que penar, pues en poco tiempo nadie volvió a murmurar lo más mínimo acerca de mi persona o mi inminente enlace con Jake. De todos modos no me hacía ilusiones vanas, tenía muy claro que todavía tendría que pasar algo más de tiempo antes de poder cambiar la palabra tolerada por la de admitida al referirme al cien por cien de la tribu... Claro que, esa fue la menor de mis preocupaciones durante los siguientes tres meses. ¡Qué digo! Ni siquiera volví a pensar en ello...

... hasta hoy. No podía creer que al fin hubiese llegado el gran día. Los tres últimos meses, a pesar de lo intensos, agotadores e interminables que se me hicieron en su momento, ahora se me antojaban un suspiro..., un simple parpadeo.

N/A:Dedicado a dos personas que por distintas razones lo estan pasando muy mal: Nenys y Mony... Y a mi Aroa. Gracias por estar siempre ahí.

Chicas, esta historia va llegando a su final. Nos quedan dos cap y el epílogo.

Estoy feliz. Por primera vez he escrito cuatro capítulos simultáneamente. Es una experiencia maravillosa tener inspi para otras escenas y caps. En lugar de quedarte sencillamente en blanco. Eso quiere decir que el lunes subiré el siguiente capítulo: "A las puertas del paraíso".

10 comentarios:

  1. From: Conii Cullen O'Shea desde http://www.fanfiction.net

    -------------------

    BIEN! creo que no soy la unica qe piensa que leah y ness pueden ser amigas :)

    Gracias por actualziar, ya nadie lo hace.

    espero leer pronto.

    Saludos Electrica :D

    ResponderEliminar
  2. From: Aroa Multicolored Petals desde: http://www.fanfiction.net
    -------------------

    Parece que me hubiese llegado justo para leerlo y poder ir a dormir tranquila.
    ¿Seguro que no tienes a Leah secuestrada en tu casa? Sabes que admiro mucho
    tu sintonía con los personajes y aunque siempre te he dicho que los POV chico
    se te dan mejor, la personalidad de Leah eres tú y lo que escribes de ella.
    La vas reinventando y así es como sería si superase lo de Sam. ¡Que
    encuentre una impronta! Me alegra mucho que tengas tanta inspi, y aunque no la
    tengas para esta historia sé que siempre vas a tener ganas de escribir.

    ResponderEliminar
  3. From: lulu desde ff.net
    -------------------

    GENIAL!

    AMO ESTE FIC

    FELICIDADES

    bEsiTOs
    -----------

    ResponderEliminar
  4. todavia estoy en shock!!! leah sintiendo algo por jake???

    escribe pronto me gusto mucho!!!!!!

    ResponderEliminar
  5. V@ness@ desde el blog kokorosfriends

    Estuvo super!! que cambio el de Leah, me gustó mucho la interaccion con la familia de Nessie, gracias espero leerte pronto.

    ResponderEliminar
  6. From: MaRrU BlAlLeN desde http://www.fanfiction.net
    -------------------

    aaaaaaaaaaaaaaaaaw pues que bien que ay inspiracion, que mal porque se nos
    termina y esperemos que las que la esten pasando mal se les componga todo y
    primero dios las cosas vuelven a su curso normal...

    besotessss y espero el prox cap que sorpresa con la leah a que si jajaj
    abrazos...

    ResponderEliminar
  7. mari desde el cbox
    hola guapa me ha encantado el nuevo cap de como la crema y la canela te ha quedado fantastico, fabuloso........te felicito esta de 12. espero k hayas tenido un buen comienzo de semana.

    ResponderEliminar
  8. blanca black cullen

    ahhhh me fasino
    leah, se k asi debio haber sido ella en el pasado
    estoy feliz por jake y nessie
    podre bella esta dando sus ultimas no?
    me pondre triste cunado la historia termine bu.bu
    T.T
    pero bueno, todo lo bueno tiene que terminar algun dia jajajaj

    publica pronto please
    un aullido para ti :D

    ResponderEliminar
  9. From: Rossy04 desde http://www.fanfiction.net
    -------------------

    Wow nunca me imagine a Leah y a Nessie de amigas, pero al parecer esta
    relacion puede funcionar! Ellas 2 como grandes amigas no se verian tan mal!

    Wow al fin llego el dia de la boda!

    Gracias

    ResponderEliminar
  10. o.o que cosas!!! pobre de mi Jake jajaaj le fue entre divertido e incomodo con el pobre de ememt jajaja ay ese emmet como esta loquito!!! me encanto la forma en que cambiaba de humor jaja tan bipolar jajaaj y pobre ness por dios que cosas le pasan con Alice y Rose por dios que pena!!!!! y despues lo del avion o.o jajaja la pasion les gana a los pobres...me quede bien sorprendida con lo de Leah osea q ella tambien queria a Jacob u.u pobrecita siempre sufriendo pero me gusto como ness trato de comprenderla y creo y estoy casi segura q Leah y ella pueden ser grandes amigas...mi ele como felicitarte y este ha sido el cap mas largo que haz hecho he!!!! gracias gracias gracias!!!! te adoro

    ATTE:
    MONY BLACK

    ResponderEliminar

Tú opinión es importante... ¿Me la dices?.