Bienvenidos a ELÉCTRICA OBSESIÓN


Donde doy vida de nuevo a los personajes que me atraparon y me arrastraron a su mundo, uno que sólamente es posible entre las páginas de un libro.
EnglishAlemánFrancésEspañolItalianoNetherlandsRusoPortuguésChino SimplificadoJaponés
CoreanoÁrabe

lunes, 11 de abril de 2011

Sorprendentes aliados - Primer encuentro


CAPÍTULO 1 – PRIMER ENCUENTRO

Las expediciones de abastecimiento últimamente se habían convertido en un juego bastante arriesgado. Todo iba peor desde que los extraterrestres habían traído de Dios sabe donde a aquellos nuevos seres que resplandecían a la luz del sol.

Ellos sabían de algún modo, sin siquiera verlos, quien era humano y quien no. Y por si fuera poco, en demasiadas ocasiones, estos nuevos buscadores eran letales. No les importaba capturar a los humanos, tan sólo alimentarse de ellos. Lógicamente era imposible, pero como se alimentaban de sangre los denominaban vampiros.

Hasta ahora habían tenido la suerte de no toparse directamente con ninguno, debido a que su numero era escaso. Pero esta noche la diosa fortuna los abandonó. No habían apenas bajado de la furgoneta cuando el "buscador" surgió de la nada. Sus ojos oscuros no dejaban lugar a dudas, buscaba alimento no una captura.

Ian suspiró y se preparó para recibir la muerte mientras el buscador se le aproximaba lentamente, como si fuera una fiera que quisiera deleitarse con el miedo de su presa. Al menos caería el solo. Los demás habrían conseguido huir, eso esperaba fervientemente. Era el objetivo de su sacrificio.

Recordó con dolor los gritos y el llanto de Wanda a sus espaldas cuando Jared la metió en la furgoneta a la fuerza.

Consciente de que no podían escapar todos, lo único que les quedaba era entretenerle mientras lo hacían los demás. Con Mel embarazada y siendo Jared el perfecto líder de las cuevas, el cebo estaba más que decidido de antemano. No había tiempo para discutirlo y Jared, como siempre, tomó la decisión adecuada en décimas de segundos aceptando la resolución de Ian y capturando a Wanda cuando trató de correr tras él cuando grito marchaos y se plantó ante el depredador.

Cerró los ojos y rememoró todo el tiempo que su amor y él habían pasado juntos. Tanto los buenos momentos como los malos. Ahora todos le eran muy preciados. Su mente recreó desde cuando la recogieron deshidratada y medio muerta en el desierto hasta el último segundo antes de bajar de la furgoneta.

A pesar de querer concentrarse y evadirse de la realidad, está le golpeó fuertemente cuando sintió el helado aliento del monstruoso ser rozando su cuello... Su fin había llegado.

Apretó con más fuerza los ojos y se refugió en cada beso..., cada caricia..., cada gesto y cada palabra de su Wanderer...

...Y de pronto un aire frío le azotó el rostro. No sintió nada más. En cambió escuchó gruñidos salvajes, gritos de dolor desgarradores y un extraño chirriar metálico que le puso los pelos de punta.

¿Acaso ya estaba muerto y existía realmente el infierno?

Se obligó a abrir los ojos y quedó espantado por el espectáculo que tenía lugar a escasos metros de él.

Dos figuras borrosas parecían enzarzadas en una pelea. Se movían tan frenéticamente que le era imposible saber que posición ocupaba cada uno. Algo blanco y duro impacto cerca de sus pies. Horrorizado reconoció una mano.

Sabía que tenía que huir. Que cuando todo acabase el ganador reclamaría su premio y ese sería el... no obstante sus cuerpo no reaccionaba.

Uno de los seres salió disparado e impacto en el pilar del aparcamiento. Era el primer buscador. Su adversario aprovechó el pequeño margen proporcionado por el aturdimiento de este para, sin perderle de vista ni un instante, dirigirse al humano.

- Ian procura no entrar en Shock, ¿vale?. Y por favor no huyas de mí. Te aseguro que soy tu mejor aliado. Ambos nos necesitamos.

Ian parpadeó confuso. ¿Cómo sabía su nombre?.

- Ya contestaré a todas tus preguntas luego, ahora ando un poco ocupado como puedes ver.

El buscador se levantó y trató de huir, pero el joven de cabellos color bronce le corto la retirada sin ningún esfuerzo. Durante unos minutos se limitaron a contemplarse midiéndose mutuamente y mostrándose los dientes. Hasta que finalmente la danza volvió a comenzar, aunque un poco más lenta.

El chico, que aparentaba apenas 17 años, mantuvo en todo momento el control de la lucha. Sus movimientos eran demasiado rápidos cada vez que se lanzaba contra el adversario, pero certeros, pues siempre conseguía arrancarle algún trozo provocando aquel desagradable chirriar sin sufrir el menor rasguño a cambio.

Todo acabó en cuestión de minutos. Luego el "vampiro", que otra cosa podía ser si no, pensó Ian, reunió todos los trozos y les prendió fuego. El olor dulzón parecido al incienso se fue volviendo más denso y desagradable.

- Tranquilo Ian, no voy a tocarte. Nadie va a hacerte daño. –Su voz era dulce y calmante pero sus ojos de un ambar claro reflejaban temor y preocupación.– Necesitamos tu ayuda y deberíamos irnos de aquí cuanto antes.

Tal vez fuese un producto de su imaginación... pero cuando escuchó la palabra "necesitamos" creyó captar un ligero movimiento en los ojos del "chico". Entonces su instinto le hizo dar un brusco cuarto de vuelta, a la vez que adoptaba una inútil postura defensiva con los puños en alto. No sorprendió nadie a presto a agarrarle por la espalda, aparentemente estaban solos.

- Ian, sé que tienes muchas preguntas... y que te cuesta confiar en mí. –Edward cerró los ojos y se pellizcó el puente de la nariz.– Lo siento, pero... tenemos que movernos ¡Ya!.

Antes de que pudiese ni parpadear, Ian se encontró cargado a la espalda del extraño buscador, que le sujetaba firmemente por las muñecas, y dejando atrás aquel lugar, en realidad toda la ciudad, a una velocidad tal que enseguida acabo tan mareado como para no tener más remedio que cerrar los ojos y abandonar todo forcejeo.

Cuando lo depositó en el suelo, aquellas frías manos tuvieron que sostenerle, evitando su caída, mas enseguida fueron sustituidas por otras sorprendentemente demasiado cálidas, aunque seguramente esa impresión se debiese al contraste, pensó aturdido mientras trataba de controlar la arcada que presentía.

Cuando al fin pudo enfocar se encontró con el rostro afable de un chico de rasgos indios. Sus ojos castaño oscuro, casi negros, le identificaron como "humano". Unos cuantos pasos por detrás de él había una multitud de rostros igual de morenos y expectantes.

- Bienvenido, Ian. –Dijo una suave y melodiosa voz a sus espaldas, haciendo que se girase con brusquedad.

Nueve figuras imposiblemente hermosas, entre las cuales se encontraba "su salvador" de pelo broncíneo, se encontraban a bastante distancia. Y mucho más lejos todavía alcanzó a distinguir a otro grupo más numeroso. Su extrema palidez no dejaba lugar a la duda sobre su condición.

- Mi nombre es Carlisle y esta es mi familia. –Susurró sin moverse un hombre rubio que aparentaba poco más de la veintena, y que se encontraba al frente del grupo más cercano.

¿Familia? Bueno... ¿Por qué no? –Pensó Ian mientras le escuchaba recitar los nombres de sus ocho acompañantes– Después de todo Wanda había referido la existencia de lazos familiares más o menos definidos en cada uno de los planetas que había habitado.

- ... Los de detrás son algunos de mis más antiguos amigos. Discúlpalos pero a algunos aún les cuesta un poco estar cerca de vosotros.

- Yo soy Jake. –Se presentó el chico que aún le sostenía.– Y esta es mi tribu, los Quileuttes. Probablemente seamos los únicos supervivientes del estado de Washington, y eso se debe en gran parte a ellos así que yo que tú dejaría de preocuparme.

- ¡Ja!. ¡Tío, hablas como si nosotros no hubiésemos salvado también sus duros y fríos culos en más de una ocasión!.

Protestó alguien arrancando un coro gritos y aullidos de solidaridad que rápidamente quedó atajado por un autoritario ¡Ya Basta...! pero Ian no pudo saber quienes hablaron, ni vio rodar los ojos al chico, pues no había dejado de vigilar ni un instante a los otros.

- Carlisle, creo que deberíamos dejaros a solas. Nos teme demasiado como para concentrarse en la conversación. .–Declaró el otro rubio, que parecía bastante tenso.–Quizá Edward y tú no le parezcáis tan amenazantes cuando los "humanos" os superen ampliamente en numero.–Añadió señalando a los Quileuttes con la barbilla.

- Mmm –El cabecilla lo meditó el tiempo justo que tardó en cruzar una significativa mirada con el que Ian creía recordar que había presentado como Edward... osea, unos pocos segundos– De acuerdo entonces. Pero Nessie y tú os quedáis también.

- Jasper, ¿podrías echar una mano con ya sabes qué? –Sugirió el de pelo broncíneo.

El interpelado suspiró manifiestamente aliviado coincidiendo con la extraña, inexplicable –y claramente falsa– sensación de calma y seguridad que envolvió de inmediato a O`Shea.

- Mucho mejor. Gracias. –Murmuró sonriéndole angelicalmente con buen cuidado de no mostrar demasiado los afilados colmillos; aunque Ian no estaba muy seguro de que se dirigiera realmente a él. Le daba la fuerte sensación de que, pesé a que no le había quitado el ojo de encima en ningún momento, esa gratitud en realidad estaba destinada a los otros dos.

- Daos prisa. Hay demasiadas cosas que hacer y muy poco tiempo. –Advirtió una de las "mujeres". Una criatura menuda y con apariencia grácil y, porque no, frágil que depositó un beso en los labios del vampiro agradecido y luego... simplemente desapareció.

Ian parpadeó sorprendido contemplando a las únicas cuatro figuras blancas que quedaron. –Era como si los demás jamás hubiesen estado allí.– Y se maravilló al darse cuenta de que ahora podía pensar en ellos por sus nombres: Carlisle... Edward... Jasper... Nessie... Eso los hacía más humanos... y por lo tanto, ¿menos atemorizadores? ¿Se debía a eso que la urgente necesidad de escapar hubiese sido reemplazada por la curiosidad?

- Ya has oído a Alice, no tenemos mucho tiempo. Así que presta atención –instruyó Edward con voz alta y clara. Después emitió un rápido bisbiseo apto tan solo para sus acompañantes más cercanos o un buen par de oídos lobunos.– Buen trabajo Jazz. Ahora su mente esta totalmente abierta y receptiva.

- Bien. Primero le pondremos en antecedentes. –Dijo Carlisle, como si hablase consigo mismo pero mirando directamente a los ojos del hombre que tenía frente a sí – Efectivamente somos lo que nos llamáis, vampiros. Y por mucho que te cueste creerlo no nos han traído de ningún planeta lejano, que va. Nosotros hemos estado aquí siempre. –Ni siquiera hizo un alto dramático para estudiar la reacción del sujeto. Y aunque la cara que presentaba a estas alturas era un verdadero poema, o puede que precisamente por eso mismo, él continuó hablando impasible.– Eso sí, ocultos bajo el amparo de las negras y densas sombras proyectadas por las estúpidas supersticiones; las leyendas de las diferentes culturas indígenas, difusas e incompletas después de milenios pasando de boca en boca; los absurdos mitos del hombre blanco, erróneos en ocasiones hasta extremos insospechados...

- Nunca se ve lo que no se quiere ver – sentenció Jasper.

- Nunca se ve lo que NO se deja ver –corrigió Edward.

- ...Además del estricto secretismo, por supuesto –concluyó Carlisle pasando por alto la intromisión de ambos y el murmullo que recorría las filas del resto de espectadores.

En la mente de Ian volvieron a sonar las palabras: « absurdos mitos »« erróneos » e inmediatamente los repasó, –como su fuese la lista de la compra cuando comprobamos que artículo hemos olvidado– asociándolos con lo que acababa de experimentar y con lo poco que sabían a ciencia cierta de "los nuevos buscadores".

« Fuerza sobrehumana: Sí. Velocidad: Sí. Piel fría como el hielo: Sí. Bebedores de sangre humana: Sí. Aniquilados por el sol, y por lo tanto criaturas nocturnas: No. Sin reflejo: No. Inmortales: ¿?... »

- Permíteme un segundo Carlisle –Intervino de nuevo Edward antes que su progenitor retomase la palabra– Inmortales: Sí. Ajos, crucifijos y estacas de madera en el corazón: No –Atajó Edward, cortando y al mismo tiempo completando la línea de pensamiento que, previsiblemente, distraería en gran medida la atención de Ian del resto de la explicación– y en cuanto a la sangre humana... ¿Carlisle? Todo tuyo de nuevo.

Carlisle imaginó a que venía aquello, pero aún así la pregunta se reflejó en su mente y Edward –con un asentimiento de cabeza invisible para el ojo humano– confirmó sus sospechas.

- Yo fui... un cazador de vampiros que tuvo la mala fortuna de ser mordido. Pero, puesto que no podía acabar conmigo mismo, decidí que al menos no seguiría los funestos designios impuestos por esta existencia y, aunque no fue nada fácil, aunque necesite de toda mi fuerza de voluntad, no sólo conseguí no ir dejando un rastro de cadáveres a mi paso si no que también encaucé mi eternidad hacía la salvación de muchas a través del ejercicio de la medicina.

Y así, durante la siguiente media hora, Carlisle –cumpliendo con el papel que entre todos le habían adjudicado– puso brevemente al corriente a Ian sobre todo lo que juzgaban estrictamente necesario que supiese –lamentablemente para él, demasiado.

N/A: Dedicado a Aroa, Neny, Luz, Mary y Lestad... Gracias por apoyarme en esta nueva aventura loca de mi mente. Aquí o en cualquier otro sitio.

6 comentarios:

  1. hola guapa esta nueva historia me esta encantando y eso que es el primer capi esta muy interesante y te deja con ganas de mas me encanta. espero k hayas tenido un buen comienzo de semana.

    Maty desde el cBox

    ResponderEliminar
  2. Mí Aroa Multicolored Petals XDDD desde http://www.fanfiction.net
    -------------------

    "Aullidos de solidaridad" xDD ¡Qué bien ha quedado eso! Ya quiero saber de
    Wanda y los demás, ¡y Mel embarazada!Me alegro de que continues con esto, tu
    mente da todavía para mucho, como nos dejas comprobar con cada capítulo.
    Toda tú eres imaginación ♥

    ResponderEliminar
  3. Luz desde el blog:"Las húespedes lemmoneras"

    Me encanto el capitulo!!
    me gusta como has mesclados
    dos historias totalmente diferentes
    esta buena!!
    besos..

    ResponderEliminar
  4. nydia desde el blog:kokorosfriends

    OMG me encanto ,me fascino...Sigue asi..Besos...

    ResponderEliminar
  5. lo ame,esta increible!!! tu si que tienes talendo,cielo
    PD:soy una persona que te seguira hasta el final no importa nada,yo seguire leyendote no importa lo que pase

    ResponderEliminar
  6. From: AnniVulturideClearwater desde: http://www.fanfiction.net
    -------------------

    yo amé los dos capítulos! o por dios!

    hhahaha espero que actualices pronto! esta genial y yo creo que si eres fiel a
    las dos historias! hahaha

    adoro a Ian O'Shea...cuida a Seth por mí xD hahah eso k? lo siento

    un beso

    Anni

    ResponderEliminar

Tú opinión es importante... ¿Me la dices?.